Con la nueva pasarela se llegará del centro a la playa en 6 minutos

La obra, que costará un millón de euros, permitirá salvar 17 metros de desnivel

19 mayo 2017 23:23 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:29
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Se estima que un ciudadano, caminando a un ritmo medio, recorre unos cuatro kilómetros en una hora. Así, según estos cálculos, cuando esté construida la pasarela Port-Ciutat, será posible recorrer la distancia entre la Baixada del Toro, a un lado del Balcó del Mediterrani, y el Passeig Marítim (410 metros, 310 de ellos de pasarela) en 6,15 minutos.

La nueva infraestructura, financiada por el Port de Tarragona, se presentaba oficialmente ayer y debería ver la luz a finales de 2016, si se cumplen los plazos. El proyecto saldrá a licitación este verano, se espera poner la primera piedra en octubre y que la construcción como tal dure algo más de un año.

El presidente del Port de Tarragona, Josep Andreu, asegura que el presupuesto de la obra, que será entre un millón y un millón doscientos mil euros, ya está garantizado y relata que desde hace más de un año los técnicos del Port y los del Ayuntamiento de Tarragona trabajaban discretamente en el proyecto.

La obra se incluye dentro de las contrapartidas de la implantación del ‘tercer fil’, según recordaba el alcalde, Josep Fèlix Ballesteros, quien se congratulaba de que la ciudad recuperará su mirada al mar y de que finalmente se ha llegado a un proyecto que respeta el ‘skyline’desde el Balcó del Mediterrani.

Andreu destacaba, además, que se espera que la pasarela ayude a dinamizar la zona del Port Esportiu.

 

Ancho similar al de Vila-seca

Desde el centro hacia el Paseo Marítimo la pasarela tendrá dos accesos, el primero desde la Baixada del Toro y el segundo desde la estación de trenes.

El ancho será de tres metros, similar a la pasarela que pasa sobre la A7 en Vila-seca, según explicaba Joan Borràs, director de Planificació Portuària del Port de Tarragona. Los pasamanos serán de acero inoxidable y se descartaron opciones como la colocación de laterales de vidrio para reducir al mínimo posibles actos vandálicos. La parte inferior estará pintada de color azul, el color corporativo del Port.

Una vez que la pasarela llega a la altura del Passeig Marítim se podrá seguir por una rampa hasta el paseo o tomar uno de los dos ascensores que se instalarán. El exterior de los ascensores será de vidrio y cada uno tendrá capacidad para trece personas. El recorrido del ascensor durará unos cinco segundos.

Los ascensores serán, sin duda, uno de los retos para el mantenimiento de la infraestructura, que también correrá a cargo del Port.

 

Ligera y desmontable

Tanto el alcalde Ballesteros como el presidente del Port insistieron en que la infraestructura es ligera y será fácil su desmontaje parcial o total en el caso de que la ciudad finalmente cuente con la tan anhelada fachada marítima. Por otra parte, el proyecto ya ha tenido en cuenta los cambios que implicarían las prometidas mejoras en la estación de trenes y que implicarían, entre otros, la ampliación de los andenes. «No queremos que se hipoteque el futuro de la fachada», apuntó Andreu. Ballesteros recordó, por su parte, que aunquese soterren las vías del tren sigue habiendo un desnivel importante entre el balcón y la playa. De hecho, la pasarela permitirá salvar una diferencia de nivel de 17 metros.

 

Obligará a ampliar aceras

Una de las dificultades con las que se encontró el proyecto fue el punto de partida desde la Baixada del Toro, que tiene una pendiente del 12% y cuyas escaleras son, a todas luces, inaccesibles para personas con movilidad reducida, sillas de bebé o carros de la compra.

Para salvar el obstáculo, el alcalde Ballesteros explicó que se planteará un recorrido alternativo para llegar a la pasarela por la calle Armanyà y, posteriormente, por Pons d’Icart.

Esta última calle, muy estrecha, será objeto de obras para ampliar la acera. La circulación de vehículos seguirá siendo en dos sentidos, pero sólo habrá una acera, aunque más ancha, del lado de los edificios. La que discurre paralela al Palau de Congressos se eliminará. La adecuación de esta calle correrá a cargo del ayuntamiento.

Otra modificación del urbanismo que traerá la construcción de la pasarela, aunque todavía no tiene fecha, es la remodelación del paseo marítimo, aunque la intención es que «sea lo más pronto posible», explicaba el presidente del Port. La intención es trasladar el lado donde aparcan los coches (más cerca del mar) y ponerlo en el otro extremo, el que está tocando a las vías del tren. Así se ganaría más espacio libre de paseo y para el carril bici. Además se impondrían restricciones de velocidad para los vehículos. Esta modificación también facilitaría el acceso de quienes aparcan en el paseo para ir a la estación de trenes.

Todavía está pendiente la firma del protocolo a cuatro bandas entre el ayuntamiento, el Port, Adif y el Ministerio de Fomento sobre el ‘tercer fil’ donde figura la pasarela y sobre el cual hay una reunión pendiente. No obstante, se aseguró que la pasarela se construirá independientemente de la firma del acuerdo.

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