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Una acusada de captar a mujeres en Brasil para que, una vez en España, se dedicaran a ejercer la prostitución ha sido condenada por la Audiencia Provincial de Tarragona después del acuerdo alcanzado entre el fiscal y la defensa.
La Sección Segunda le ha impuesto el pago de una multa de 120 euros como autora de un delito de inmigración clandestina y un año de prisión y multa de 720 euros por dos delitos de proxenetismo. Se ha tenido en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas
La procesada es una ciudadana brasileña. En fechas no determinadas pero sobre el mes de septiembre de 2006 la acusada, de común acuerdo con persona o personas no identificadas –y a través de otras que actuaban como intermediarias, cuya identidad no ha quedado acreditada– contactó en Brasil con dos mujeres. Les ofreció alojamiento en España para ejercer la prostitución. Con esta actividad, ellas se comprometían a saldar la deuda contraída con aquellos, que ascendía a 6.000 euros.
La propuesta fue inicialmente aceptada por ambas mujeres, creyendo en todo momento que de esta forma verían saldada su deuda y que el montante era exactamente de esa cantidad.
Al llegar a España, las dos mujeres fueron trasladadas a un piso. Una vez en él, la procesada, de común acuerdo con otra persona, les dijo que la deuda a saldar era de 12.000 euros, exigiéndoles el cobre de la misma mediante la prestación de los servicios de prostitución que allí debían desempeñar.
La acusada, además de realizar labores de vigilancia, cobraba directamente a los clientes, dinero que entregaba a otra persona. La procesada vivía en dicho piso y ejercía también la prostitución, dinero que se quedaba para ella.
