Condenado a seis años de prisión por violar a una amiga en casa de ella

La víctima logró marcharse de casa y refugiarse en una pizzería. El procesado se presentó en el local antes de la llegada de la Urbana

11 enero 2018 08:43 | Actualizado a 16 enero 2018 20:26
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Ni de los amigos puedes fiarte. Es lo que seguramente pensó una vecina del barrio tarraconense de Torreforta que fue violada en su propio domicilio por un conocido. Ahora, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona ha condenado al agresor a seis años de prisión. Asimismo, tiene prohibido comunicarse con la víctima durante diez años, tiempo en el que tampoco podrá aproximarse a menos de 500 metros de ella.

Cuando el procesado salga de prisión estará en libertad vigilada durante cinco años más y tendrá que participar en un programa de educación sexual. Finalmente, en concepto de responsabilidad civil tendrá que indemnizar a la mujer con 10.000 euros –además de los costes del proceso–.

Los hechos ahora juzgados se remontan a las diez y media de la noche del 11 de noviembre de 2014. El acusado se dirigió al domicilio de su amiga, en el barrio de Torreforta. Cuando ambos se encontraban en el sofá del comedor viendo la televisión él, de forma repentina, agarró a la mujer por el cabello. Le cogió las trenzas, comenzó a besarla y a realizar tocamientos.

Cuando ambos cayeron al suelo, ella intentó zafarse del agresor. Seguidamente, éste le bajó la cremallera de la camisa. Ante la resistencia de ella, cesó en su acción.

La mujer intentó huir del domicilio. Cuando ya se encontraba en la puerta del domicilio, el acusado le impidió que se marchara, agarrándola y llevándola a la fuerza hasta la habitación, para a continuación tumbarla en la cama y abalanzarse sobre ella.

El acusado, a pesar de la negativa de ella, le quitó la ropa y le volvió a realizar tocamientos íntimos. Ante la resistencia y los gritos de auxilio de ella, le colocó una almohada sobre la cara, presionándola con su codo cuando estaba encima de ella. Y finalmente la violó en tres ocasiones

El procesado cesó en su acción y comenzó a mirar cajones de la habitación y arrancó el collar que llevaba puesto la mujer. Ésta, en un descuido de su agresor, se marchó de casa y se refugió en una pizzería cercana, donde llamó a la Policía.

Poco después apareció el acusado en el establecimiento, quitó el móvil a la víctima y lo tiró al suelo. Instantes después llegó una patrulla de la Guàrdia Urbana y procedió a la detención del entonces sospechoso.

La víctima se encontraba en estado de shock y presentaba heridas y erosiones en diferentes partes del cuerpo.

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