Condenado por abusar del hijo de un amigo con el que convivía en Constantí

La Audiencia le ha impuesto 23 meses de prisión. El padre del menor ha sido sentenciado a 3 meses por abandono de familia
 

25 abril 2019 07:46 | Actualizado a 25 abril 2019 07:53
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Un vecino de Constantí ha sido condenado a 23 meses de prisión por un delito continuado de abuso sexual cometido sobre un menor de 13 años. Se da la circunstancia de que la víctima es hijo del hombre con el que convivía. La Audiencia también le impone una orden de alejamiento durante once años y once meses y el pago de una indemnización al menor de 5.500 euros por los daños morales.

En la misma sentencia –que es de conformidad entre las partes– se condena al padre del menor a tres meses de prisión por un delito de abandono de familia. Se le inhabilita el derecho para ejercer la patria potestad durante cuatro años. 

Petición inicial
El fiscal, en su escrito de acusación inicial, pedía para el primero de los encausados seis años de prisión y para el segundo, seis meses. A la hora de llegar a una conformidad entre las partes se ha tenido en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas.
La sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Tarragona recoge que ambos acusados –el padre, de 34 años, y su amigo, de 27– convivieron durante un año –de mitad del 2014 a mitad del 2015– en un piso de Constantí, donde estaban también los tres menores, que se hallaban bajo la tutela de la Generalitat. 

Durante el tiempo que los tres niños estuvieron bajo la guardia y custodia de su padre, éste «hizo una total dejación de los deberes legales». Los pequeños tenían que prepararse los desayunos y la cena. Y ello cuando había comida en la nevera. 

Bañarse solos
Los menores también tenían que bañarse solos, prepararse la ropa y realizar las labores del hogar, ir y volver solos de la escuela –tenían 8, 10 y 11 años–, hacer los deberes, permanecer en el domicilio, llegando a estar en algunas ocasiones en la calle hasta que el padre llegaba, no pudiendo entrar en la casa hasta altas horas de la madrugada, según el fiscal.

El otro acusado besó varias veces a uno de los niños. Para conseguir su propósito sujetaba fuertemente al menor y lo amenazaba con pegarle si se lo explicaba a su padre. También le realizó otras prácticas sexuales. Por otra parte, propinó a otro de los hermanos, según la Fiscalía, varios tortazos en la cara, patadas e incluso morderlo –a este menor lo tendrá que indemnizar con 500 euros–.

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