Condenado por dejar a 50 usuarios sin teléfono tras cortar un cable en Tarragona

El autor, vecino del Camí del Nàstic, llevaba años reclamando a la compañía que retirara un poste de sus terrenos. Cansado de esperar, se tomó la justicia por su mano y taló el poste y cortó la línea

19 mayo 2017 16:28 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:36
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Un vecino del Camí del Nàstic que cortó un cable y un palo de Telefónica y dejó a 50 usuarios sin servicio durante dos días ha sido condenado a medio año de prisión por un delito de desorden público. El hombre se enfrentaba inicialmente a una petición de pena por parte del fiscal de dos años y nueve meses de prisión. El acusado ha reconocido los hechos desde un principio, aduciendo que dos postes se encontraban en su propiedad y que a pesar de las muchas reclamaciones hechas, no ha obtenido respuesta. El juez, en la sentencia, «comprende» el sentimiento de impotencia del acusado por realizar una petición a una empresa grande y no ser atendido, pero ello «no justifica» su proceder.

La sentencia declara probado que a las nueve de la mañana del 16 de junio de 2014, Juan Carlos Rossier cortó un poste y un cable que se encontraba a la altura del número 34 del Camí del Nàstic. Causó el corte de suministro de la línea telefónica de la zona, que afectó a 50 personas aproximadamente durante dos días. Los daños ascendieron a 971,375 euros.

Lo reconoció

El procesado estaba acusado de haber cortado dos postes y dos cables de Telefónica. Sin embargo, él sólo reconoció haber cortado uno, «hecho que ya anunció en varias llamadas que realizó a Telefónica», recuerda el magistrado en su sentencia. Es más, en el acta levantada por los Mossos d’Esquadra se expone que se observa un poste de la luz cortado por la parte inferior y se observa cortado un cable de hilo eléctrico que iba de un poste a otro, quedando los cables colgando. Sobre la autoría, según la sentencia, el acusado reconoció no sólo haberlo hecho sino haberlo anunciado porque sus demandas ante Telefónica no eran atendidas.

El magistrado entiende la impaciencia del acusado y las reiteradas peticiones que efectuó a Telefónica para que retiraran dos postes de su propiedad, «sintiendo sin duda la impotencia de realizar una petición a una empresa grande y no sólo no obtener respuesta inmediata sino también experimentar una sensación de mareo, esto es, que te dan largas y te llevan de un departamento a otro previo haber pasado por una centralita que te obliga a escoger entre diferentes opciones».

Sentimiento de impotencia

El juez comprende «el sentimiento de impotencia del acusado, y más después de haber comprobado que una vez cortados el poste y el cable la respuesta de Telefónica fue inmediata para restablecer el servicio». Pero añade que ello «no justifica el proceder del acusado, que afirmó en el juicio que acudió a un abogado para hacer consultas». En este sentido, asegura que tenía que confiar en los servicios del letrado o en los de la oficina del consumidor u otro organismo que le ayudara a solventar la situación sin tomarse la justicia por su mano».

El conflicto por los postes que estaban en su propiedad –según él sin permiso– se remonta a décadas atrás. Hizo reclamaciones a la empresa a través de la Oficina Municipal d’Informació al Consumidor de Tarragona y ha reclamado varias veces a Telefónica para que retirara los postes, sin haber obtenido respuesta. En su día el Diari intentó obtener respuesta de la empresa, con resultado negativo.

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