Condenado por maltratar varios años a su pareja adolescente en Tarragona

La Audiencia Provincial le ha impuesto cinco años de prisión y lo ha absuelto de un delito de violación repetida, por el que el fiscal pedía 14 años de cárcel. La joven tenía 15 años

29 julio 2019 22:00 | Actualizado a 30 julio 2019 09:16
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Tres años de prisión por un delito de maltrato habitual y dos años más por dos delitos de malos tratos, además de ocho meses por amenazas. Es la pena que la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Tarragona ha impuesto a un hombre por haber agredido reiteradamente a su pareja, que tenía 15 años. Durante 13 años no podrá comunicarse con la víctima ni acercarse a menos de 500 metros de ella. Además, la tendrá que indemnizar con 9.000 euros por las lesiones y secuelas sufridas.

El fiscal solicitaba para el acusado catorce años y medio de prisión por un delito continuado de agresión sexual, dos por dos delitos de maltrato sobre la mujer, tres por maltrato habitual sobre la mujer, seis y medio por detención ilegal y finalmente nueve meses por un delito continuado de amenazas, además de más de 10.000 euros en concepto de responsabilidad civil.

El acusado, que tenía 50 años, y la víctima –de 15 y con una discapacidad reconocida del 59 por ciento, por limitaciones físicas y por un retraso mental ligero– iniciaron una relación sentimental el 30 de junio de 2015, que duró aproximadamente unos dos años, con periodos de convivencia juntos.

Expresiones humillantes

Durante el tiempo de la relación, el acusado profería contra la menor constantes expresiones ofensivas y humillantes, tales como «puta» y «cerda». En junio de 2016, la joven se fugó del Centre d’Acollida la Mercè de Tarragona, residiendo ambos en Barcelona.

La convivencia en la Ciudad Condal duró hasta enero de 2017, siendo continuas las expresiones despectivas que el acusado vertía sobre la denunciante: «Me das asco», «te voy a dejar mellada» o «te voy a dejar hecha un Cristo». Pero además, con una frecuencia intensa, el acusado le propinaba tortazos, guantazos, patadas y puñetazos. Asimismo, en ocasiones le cogía el móvil o la dejaba encerrada en la vivienda.

Posteriormente, ambos se trasladaron a vivir a la localidad gerundense de Massanes. Allí, el acusado, en ocasiones, encerró a la denunciante en la habitación. Asimismo, en dicha casa el procesado agredió en diferentes ocasiones a la perjudicada, así como profirió constantes insultos o expresiones humillantes. En concreto, el 6 de marzo de 2017, el acusado, encontrándose en el domicilio, le propinó puñetazos en los pómulos y en la boca de la joven. Esta sufrió una fractura parcial de la corona de dos incisivos, lesiones que tardaron 21 días en curarse.

Con el tenedor en la pierna

El 28 de mayo, tras una discusión verbal, el acusado la golpeó con un tenedor en la pierna derecha. A continuación, la sujetó fuertemente, la lanzó al suelo y mientras le propinaba fuertes golpes en la cara, le manifestó: «Si te vas a tu casa, te mato».

El 18 y el 21 de junio, cuando la denunciante vivía en el domicilio con su madre, el acusado envió a esta diferentes mensajes con contenido intimidatorio: «Mañana la espero por la tarde, verás como sale, la voy a matar, le voy a quitar la vida», «mañana la mato, por mis pasados muertos le cortó el cuello con un cuchillo, avisada queda» y «voy a por ella, le va a costar la vida haberme conocido». La joven sufre estrés postraumático.

Durante el juicio no declaró la víctima, sino que se proyectó la grabación digital de cuando fue explorada en la fase de instrucción.

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