Condenado un hombre que se echó al mar cuando lo iban a detener

Dos agentes resultaron heridos, uno de los cuales cuando lo arrestó después de salir del agua

19 mayo 2017 16:52 | Actualizado a 19 mayo 2017 16:52
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Un hombre se echó al mar en la playa del Miracle cuando los Mossos d’Esquadra lo iban a detener después de agredir a un empleado del servicio de limpieza. Finalmente dos agentes resultaron heridos. Ahora, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona ha fijado la pena de multa de 270 euros por un delito de resistencia a la autoridad al apreciar la eximente incompleta de alteración psíquica. De esta manera rebaja la impuesta inicialmente por el Juzgado de lo Penal 3 de Tarragona, que era de 540 euros. También tendrá que indemnizar a los dos mossos lesionados, uno con 150 euros y al otro, con 255, además de 180 euros más por el teléfono móvil que llevaba y que resultó dañado por el acusado.

El acusado es Dris ez Z., un hombre que solía pernoctar en la playa del Miracle y que, para calentarse y hacerse la comida, usaba las maderas de las jardineras. Sobre las ocho de la mañana del 22 de agosto de 2013 se encontraba durmiendo en la zona de estacionamiento cubierta del Passeig Marítim Rafel de Casanovas. Tras despertarse repentinamente, «con propósito de menoscabar la integridad física del empleado del servicio municipal de limpieza», le empujó fuertemente. La agresión fue presenciada por dos agentes de los Mossos d’Esquadra que se encontraban de servicio.

El acusado fue requerido por los agentes para que se identificara, negándose en todo momento el acusado. Ante ello, los mossos le indicaron que quedaba detenido. El ahora condenado propinó una patada en el pie a uno de los agentes y se fue corriendo hacia la playa. Fue perseguido por ambos mossos y se produjo un forcejeo. El acusado se mostró violento. Logró zafarse y huir hacia el mar.

Los agentes reclamaron al hombre para que saliera del agua, a lo que respondió que «si entraban a buscarle, los cogería y hundiría para que se ahogaran». El acusado inició la huida a nado y permaneció varias horas en el agua. Accedió a salir tras hablar con Creu Roja.


Agente de paisano
El acusado, al salir a la playa, fue interceptado por otro agente, que iba de paisano. Tras identificarse con la placa policial, cogió por el hombro al sospechoso. Pero éste le retorció un dedo y logró zafarse de nuevo. Finalmente logró ser reducido por más agentes, propinándoles patadas y golpes durante la reducción.

Uno de los agentes sufrió un esguince en el tobillo derecho –entre otras lesiones– y estuvo de baja cuatro días. Su compañero tuvo un esguince en el dedo, y las lesiones tardaron quince días en curarse de los cuales dos estuvo de baja laboral.

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