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Un hombre que, según reconoció, llevaba tres años de okupa en un piso del barrio de Campclar, ha sido condenado a pagar una multa de 270 euros como autor de un delito leve de defraudación de fluidos por haberse conectado ilegalmente a la red de agua. Así consta en la sentencia dictada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Tarragona, que ha absuelto a una mujer acusada de los mismos hechos. El procesado tendrá que indemnizar a la propietaria con 46,52 euros.
La denunciante es propietaria de una vivienda situada en la calle Riu Llobregat. En mayo de 2016, la empresa Ematsa comprobó que el contador de agua correspondiente al piso de la denunciante -6ºA- estaba colocado en la batería de contadores que corresponde al piso del denunciado -6ºD-. El consumo de agua facturado en abril de 2016 corresponde al piso ocupado por el denunciado.
Vivienda vacía
La denunciante aseguró que su piso estaba vacío, por lo que no consumía agua. El acusado declaró que no realizó ningún ‘enganche’ de contadores, que siempre había tenido luz y agua y que nunca había pagado por ello, por lo que no tenía mucho sentido que realizase una conexión ilegal de agua. Pero el juez da credibilidad al informe de Ematsa para avalar la condena.
