¿Condenados a conocerse?

La comedia romántica tiene una premisa fundamental: chica busca chico o chico busca chica, se encuentran, se conocen, se enamoran, se casan y tienen hijos. Pero en pleno siglo XXI las relaciones personales ya no son lo que eran ni siguen las mismas directrices de antes. Las series de comedia romántica tampoco.

En Pequeñas coincidencias dan un paso más allá y empiezan la casa por el tejado reflejando una realidad que hoy en día es de lo más normal. No es necesario tener pareja estable para ser madre o padre. Y es en esta tesitura en la que se encuentran nuestros protagonistas, Marta (Marta Hazas) y Javier (Javier Veiga).

Marta tiene 37 años y acaba de abrir junto a su socio una boutique de trajes de novia diseñados por ella. De pronto un día se le despierta el instinto maternal y su reloj biológico se activa. No tiene pareja desde que lo ha dejado con su novio Miguel hace cinco años,  pero eso no supone ningún impedimento en su deseo de ser madre. Solo tiene que encontrar al candidato idóneo para que se convierta en el padre de su futuro hijo o hija.

Algo parecido le ocurre a Javier, un exitoso crítico gastronómico de 40 años que ha dedicado toda su vida al disfrute personal, y a quien de repente también se le despierta el instinto paternal. Pero, como Marta, no tiene pareja y comienza la búsqueda de la futura madre perfecta.

Cruce de caminos
En esta búsqueda de la pareja ideal para convertirse en padres Marta y Javier recurren a todo tipo de recursos. Ya sea el típico de salir a tomar algo y a ver qué pillo o usar las nuevas tecnologías para encontrar a su media naranja a través de cualquier web de citas.

En este recorrido es donde comienzan los enredos y malentendidos típicos de una comedia romántica, y donde, gracias a los actores y actrices que encarnan a las diversas citas de Marta y Javier, vamos a disfrutar mucho viendo cómo encajan o no en los planes de nuestros protagonistas para encontrar al candidato o candidata perfecta para hacerlos padres.

Tenemos por ejemplo a Marta Torné ejerciendo de una ginecóloga a la que le va bastante el rollo autoritario y que, aunque sobre el papel parece la candidata ideal, para Javier no acaba de serlo. Esa cita tiene miga...

Marta, tras dar muchas vueltas, parece haber encontrado al candidato más que perfecto en la figura de Mario, interpretado por Unax Ugalde, un chef bastante particular, medio hippie y un poco ido de la olla, que parece ser el que definitivamente se va a llevar el gato al agua y se va a convertir en el padre que Marta busca para su retoño.

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Ayuda externa necesaria
Nuestra pareja protagonista cuenta con un gran grupo de apoyo, que aunque en un principio no entiende ese repentino despertar por la paternidad, les van a ayudar en su misión. Marta dispone de la ayuda de su socio y amigo Giovanni y de su gran amiga Elisa. Entre estos tres van a montar más de un buen lío buscando al padre perfecto. También aparece, interpretando a Joaquín, el padre de Marta, el actor Mariano Peña, de lo mejorcito de la serie.

A su vez Javier tiene en su hermano Nacho y sus amigos de toda la vida, David y Rafa, la ayuda y el apoyo moral que necesita para poder seguir buscando a la madre perfecta.

Pero si hay alguien que supone una ayuda inestimable para Marta y Javier, son sus futuros hijos. En el caso de Marta, durante toda la serie se le aparece su futuro hijo e interactúa con él como si fuese real, creando más de una situación cómica. Y lo mismo le ocurre a Javier, solo que a él se le aparece una niña a la que llama Cristina y que hará todo lo posible para que su ser se convierta en realidad.

Condenados a encontrarse
Durante los ochos capítulos de cincuenta minutos que tiene Pequeñas coincidencias, vamos a ver cómo Marta y Javier cruzarán sus caminos y, aunque ellos no lo sepan, son los candidatos perfectos el uno para el otro.

Sus idas y venidas van a dar lugar a situaciones bastante cómicas y surrealistas, pero cuando finalmente terminen coincidiendo veremos si consiguen sincronizar sus tiempos y llevar a buen término su deseo de convertirse en padres.

Aunque el final es cerrado, Javier Veiga, su creador y protagonista, ha declarado que podría darse una segunda temporada.

Una comedia romántica bastante buena, ideal para ver estos días festivos que se aproximan y que nos va a dejar un buen sabor de boca.
Y desde aquí aprovecho para desearos unas felices fiestas. Espero veros a la vuelta.