Fuerte dispositivo policial en dos calles de Constantí a raíz de una intervención de operarios de Endesa que iban a cortar la luz de 54 viviendas cuyos inquilinos se habían conectado a la red eléctrica de forma irregular. Fuentes de la compañía apuntaron al Diari que en todos los casos en que se detecta esta infracción el asunto se denuncia en los Juzgados por la comisión de un delito de defraudación de fluido eléctrico.
La intervención de los operarios comenzó sobre las diez de la mañana y se centró en dos calles: Jaume I y Prat de la Riba. Durante más de dos horas, y bajo la protección de numerosos efectivos de los Mossos d’Esquadra –de Seguretat Ciutadana y de ARRO–, los técnicos comprobaban las conexiones y seguidamente desconectaban las irregulares. El objetivo, según fuentes de la empresa, es evitar males mayores ya que se trata de una cuestión de seguridad. Una conexión irregular puede comportar un cortocircuito por sobrecalentamiento, que origina en algunos de los casos un incendio e incluso cortes en el bloque del edificio afectado o de la manzana.
Durante el tiempo que duró la intervención, el trabajo de los técnicos se efectuó sin incidentes aunque con tensión. Sí que cuando marchaban comenzaron a llover botellas y otros objetos sobre los coches policiales. Pero los agentes no repelieron el ataque y se marcharon para evitar un enfrentamiento.
Durante el año pasado, Endesa detectó en Catalunya casi 24.500 casos de conexiones irregulares, lo que supone un incremento del 69% respecto cinco años atrás. A lo largo de 2020, la energía defraudada en toda Catalunya con esta práctica ilegal superó los 379 millones de kilovatios hora año, el equivalente al consumo mensual de más de 1,4 millones de hogares. Durante el año pasado se efectuaron 68.500 inspecciones.
A las 12.45 horas, dos dotaciones de bomberos tuvieron que acudir a la calle Jaume I porque unos desconocidos habían provocado una barricada con contenedores y estaban ardiendo. Tres resultaron quemados, ante la mirada de unas 20 personas.