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El Ayuntamiento de Creixell es el que tiene más facturas pendientes en el cajón y, por lo tanto, fuera de su presupuesto. Según los datos de la liquidación del presupuesto de 2015, ese consistorio arrastraba unos gastos sin liquidez prevista de 3,6 millones. Numerosas entidades han conseguido reducir esas estadísticas en lo que llevamos de 2016, como es el caso de Alcanar, que pasó de los 117.000 euros de 2015 a los 25.500 de finales de marzo de este año, el otro momento reflejado por Hacienda, aunque para esa fecha muy pocos ayuntamientos enviaron sus datos. También Montblanc ha logrado minimizar esa deuda, pasando de 52.000 a 16.000.
Después de Creixell, dos poblaciones grandes como Tarragona (2,7 millones) y El Vendrell (1,4) completaban el podio de los más deudores el año pasado. Amposta es el otro gran municipio que figura en la relación de 52 localidades. Aparece, en concreto, en la sexta posición, con una deuda de más de 297.000 euros. En las primeras posiciones también se cuelan municipios mucho más pequeños y de entornos rurales como Tivenys, El Montmell, Poboleda, Gratallops, Aiguamúrcia o Benifallet. Un caso a tener en cuenta es el de Reus. En los últimos años el ayuntamiento de la capital del Baix Camp aparecía entre los que más deuda financiera tenían por habitante. Sin embargo, en este indicador de gastos sin liquidez prevista el consistorio reusense no aparece, porque su deuda es igual a cero. Por lo tanto, este índice, una especie de resumen de morosidad escondida y menos visible, no genera un problema en las arcas.
Más allá de la óptica provincial, el problema con esta cuenta es mucho más grave en otras poblaciones de España. En el ranking se lleva la palma Los Barrios (Cádiz), con un adeudo de 540 millones, por delante de Umbrete (Sevilla), donde la cantidad asciende a 386 millones.
