Cristina Medina: «Actuar es una satisfacción y un placer enorme»

 La actriz  visita Tarragona
para presentar ‘Lunátika’, un viaje de humor absurdo, en la Sala Trono

27 febrero 2020 09:30 | Actualizado a 27 febrero 2020 16:25
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Mary Lonly ha recibido una oferta laboral que no ha podido rechazar (porque no tenía otra). De la noche a la mañana, y tras un breve curso de formación, en Houston –provincia de Castellón– se embarca en una solitaria expedición a la Luna. Así levanta el vuelo Lunátika, la segunda experiencia en solitario encima del escenario de la actriz Cristina Medina (la primera fue Sólala) y la cuarta producción de la compañía LaMedinaES, productora que la intérprete fundó en 2014. El espectáculo se podrá ver en la tarraconense Sala Trono mañana a las 20.30 horas y el sábado en dos sesiones, la primera a las 18.30 horas y la segunda a las 20.30 horas.

«Lunátika es el segundo solo de humor absurdo de mi carrera, el primero fue Sólala con la productora Pez en Raya, con el que estuvimos 12 años de gira», recuerda la intérprete. Con su anterior compañía, Pez en Raya, escribió y protagonizó 13 espectáculos, que le merecieron el reconocimiento de la crítica y el respeto del público.

Lunátika es un canto a la liberación de la mente y el cuerpo a través del humor absurdo. La actriz destaca que «el leitmotiv es una conferencia sobre la mente y el espacio, nuestro espacio mental». Explica que encima del escenario «por un lado está la conferenciante, la Doctora Romualda Isabel Antón Pirulero, que explica estrategias sobre la manipulación mental y cómo deshacernos de ellas para ser más libres; y por otro lado está Mary Lonly, el personaje que sirve de rata laboratorio a la doctora para poder explicar al público dichas estrategias mediante ejemplos».

El resultado es una obra con dos planos distintos en el que –detalla la actriz– «por un lado está la conversación directa de la doctora con los espectadores y por otro la ‘rata de laboratorio’ que tiene registros más teatrales, puesto que es testigo de la acción desde fuera».

A estas alturas, Cristina Medina todavía bromea con el porqué decidió crear Lunátika desde estas dos perspectivas. «Cuando trabajas en un proceso de creación propia, te metes en un proyecto y sigues tu intuición, que un día puede venir inspirada por una imagen, otro día por una canción y cuando no hay nada debes ponerte en plan intelectual con la dramaturgia, y al final obtienes un resultado de todo este proceso de trabajo», explica la productora y creadora de espectáculos. En este sentido, Medina asegura que «me gustan las estructuras dramáticas, me gusta mantener al público intrigado y preguntándose ahora qué va a pasar, ahora quién saldrá… en un monólogo es un chiste detrás de otro». Y aunque en Lunátika hay «chistes a punta pala porque es humor», dice la intérprete que «el espectáculo también mantiene al espectador en un hilo de curiosidad». Es por ello que el público debería ir a la Sala Trono «con ganas de partirse el pecho, claramente, con ganas de reírse, ya que la gente pilla rápido el espectáculo y tras cinco segundos ya estamos de cachondeo».

Seguir aprendiendo

En Remedios Crespo, directora de la obra, Cristina Medina ha encontrado su mano derecha. «Remedios y yo nos conocemos desde 1994, cuando ella trabajaba en Sevilla con la compañía Los Ulen y yo acababa de llegar de estudiar de Londres», afirma la actriz quien recuerda que «el destino nos ha unido en distintos proyectos y fue el verano pasado cuando la llamé y creativamente en Lunátika nos hemos entendido muy bien».

Sobre el proceso de creación de este espectáculo, Cristina Medina afirma que «te levantas una mañana y te dices a ti misma, voy a hacer otro solo. Y a partir de ahí te lías con el equipo y buscas a alguien que te ayude, porque llega un momento en el proceso que pierdes el referente, entras en un huracán y necesitas que alguien dirija ese huracán». «La experiencia es excitante y didáctica. Sigo aprendiendo mucho cada vez que me enfrento a un proyecto, me pone mucho probarme porque así aprendo disciplinas y cosas nuevas», añade.

El reto de estar sola en el escenario, Cristina Medina ya lo tiene más que superado. Recuerda que «lo batí en 2004 cuando estrené Sólala y, después de más de treinta años encima de los escenarios, para mí el reto es cuando me pongo a crear los shows».

Y es que a sus espaldas la reconocida actriz lleva más de veinte producciones y como ella dice «muchos mantecaos», por lo que «actuar es una satisfacción y un placer enorme».

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