C's pide 1,5 millones para Tarraco Viva y el PP rebajar un 10% el IBI para aprobar los presupuestos

La segunda fuerza del pleno municipal quiere multiplicar por cinco los actuales 270.000 euros que el Consistorio destina al evento cultural

19 mayo 2017 21:33 | Actualizado a 22 mayo 2017 12:09
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Las cartas ya están sobre la mesa. Los seis partidos de la oposición del Saló de Plens del Ayuntamiento de Tarragona (C’s, ERC, PP, CiU, CUP e ICV) ya tienen definidas las condiciones que pondrán sobre la mesa al equipo de gobierno socialista para plantearse el apoyo o una posible abstención en la votación de los presupuestos municipales que, con toda probabilidad, se llevará a cabo en el pleno ordinario del próximo mes de noviembre.

Analizando la situación que ofrece el pleno de la Plaça de la Font desde el pasado mes de junio, está claro que el alcalde Josep Fèlix Ballesteros (PSC) necesitará, como mínimo, la abstención de dos de los cuatro mayores partidos de la oposición (C’s, ERC, PP o CiU) para poder tirar hacia adelante las cuentas para 2016. A día de hoy parece imposible que la CUP no vote en contra de los números, mientras que se antoja como muy improbableque los socialistas puedan contar con los cuatro apoyos de Esquerra Republicana–por el nulo apoyo de Ballesteros al Procés–y el de ICV, que ha rechazado los números en tres de los últimos cuatro ejercicios.

Así las cosas, los nueve ediles socialistas necesitarán, como mínimo, que sólo rechace las cuentas un grupo municipal entre C’s, PP o CiU, ya que si lo hiciera más de uno serían mayoría absoluta los concejales que dirían ‘No’ a los presupuestos.

C’s: Recepción de la N-240

La segunda fuerza del pleno, Ciutadans, tiene claro que sus prioridades en la negociación que se iniciará en breve se centrarán en dotar de más recursos a Serveis Socials, la conexión de los barrios y facilitar la gestión a los comercios de la ciudad. Así lo explicó a este periódico su portavoz, Rubén Viñuales, quien considera que las peticiones de la formación naranja «no son, para nada, imposibles de aceptar». La primera condición es que el Consistorio inicie los trámites para adecuar un albergue municipal «para no depender de las entidades privadas». Asimismo, C’s quiere acelerar el proceso para asumir la gestión de las carreteras nacionales que están en la ciudad e iniciar las transformación de la N-240, a la altura de Sant Salvador. Asimismo, en materia turística Viñuales quiere apostar «decididamente» por Tarraco Viva y, por ello, quiere que el ejecutivo destine 1,5 millones de euros al evento en 2016, una cifra considerablemente mayor a los 270.000 euros que se invirtieron en la última edición. Finalmente, C’s solicita que se bonifique a las compañías que contraten personas en paro de la ciudad.

 

ERC: Cultura y comercio

Pau Ricomà (ERC) asegura que afronta el debate de presupuestos «buscando un horizonte estratégico de ciudad», a la vez que advierte de que «no entraremos en un mercadeo de concesiones y contrapartidas».

Así, Esquerra coincide con C’s en la petición de mejorar las conexiones entre los barrios y el núcleo urbano, a la vez que pide al gobierno municipal la elaboración de un plan de lucha contra la pobreza, ya que «la mejora de la calidad de vida debe ser una prioridad», según explica el edil independentista. Asimismo, la formación republicana considera como innegociable el «apoyo a la economía local, al pequeño comercio y al turismo», a la vez que reivindica actuaciones urbanísticas en la Part Baixa y la Part Alta y «una estrategia clara para fomentar la actividad cultural».

 

PP: ‘Menos impuestos’

El tercer gran partido, el PP, tiene claro que «ha llegado el momento de devolver a los vecinos de Tarragona el enorme esfuerzo impositivo que han realizado en los años de la crisis», según afirma Alejandro Fernández, a la vez que añade que «creemos que congelar impuestos no es suficiente porque Ballesteros los subió dos veces». A diferencia de los últimos años, en esta ocasión no es –para nada– seguro que los populares pongan las cosas fáciles al alcalde. La buena sintonía de los socialistas con Ciutadans y con CiU podría provocar que los populares votaran en contra de las cuentas, una circunstancia que no se produce desde los números de 2011, cuando el PSC gobernaba con ERC.

En esta ocasión, Alejandro Fernández pone sobre la mesa varias rebajas de impuestos y de tasas. El edil popular solicita bajar un 10% el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y un 25% las plusvalías «para activar la economía y recaudar más, como han demostrado muchas ciudades».

Asimismo, el PP quiere reducir un 10% la tasa de la basura y la de vehículos, así como bonificar con un 10% adicional a las familias numerosas, jubilados y parados de larga duración. Paralelamente, los populares optarían por reducir también en un 10% el precio de las Llars d’Infants y reivindican una partida para convertir «ya el Banco de España en la biblioteca de la zona centro», afirma Fernández.

Por último, el PP pide a Ballesteros incrementar las partidas de promoción de ciudad (turismo, comercio, patrimonio y cultura) y la del acondicionamiento de parques y jardines, «que están muy deteriorados en Tarragona», lamenta el portavoz popular.

 

CiU: ‘Polígonos industriales’

Por su parte, Albert Abelló (CiU) quiere centrar los esfuerzos presupuestarios en la «recuperación económica y la generación de empleo». Por ello, la aún federación nacionalista en los ayuntamientos solicita que el Consistorio doble el presupuesto en el Patronat Municipal de Turisme, hasta llegar a los 2,2 millones de euros del año 2009. «Si no se hace así nos encontraremos que el 70% del presupuesto de este organismo se va sólo para sueldos», lamenta el portavoz convergente, quien remarca que «el turismo es un motor para la economía de la ciudad».

Asimismo, Abelló propone aumentar exponencialmente la partida para la mejora de los polígonos industriales, hasta situarla en los 200.000 euros. En materia económica, CiU también pide la bonificación de impuestos a las empresas que contraten a tarraconenses mayores de 45 años, y que se aplique la moción de Garantía +55 aprobada en el último pleno. Paralelamente, los independentistas también quieren reforzar la dinamización del sector comercial.

Abelló también pide la gratuidad del bus para las personas que sufran algún tipo de discapacidad y la mejora del tendido eléctrico del Serrallo.

 

CUP: ‘No a la deuda ilegítima’

La CUP es la formación que está más lejos de ver con buenos ojos los números que presente el alcalde. Los cupaires quieren llevar a cabo una auditoría de la deuda municipal «para no pagar la que se haya contraído de forma ilegítima» según indica la portavoz Laia Estrada. Los anticapitalistas creen que no debería pagarse el Jaume I «hasta que no lo hayan hecho sus responsables». La CUP quiere un proceso participativo «para que la ciudadanía escoja en qué invertir una parte del presupuesto» y que se aumente la partida para Serveis Socials.

 

ICV: ‘Vivienda social’

Arga Sentís (ICV) espera que el alcalde Ballesteros «haga valer la mayoría de izquierdas que hay en el pleno» y que, por ello, «se destine una parte del presupuesto municipal para adquirir un parque de vivienda pública».

La edil ecosocialista quiere también que se aumenten las ayudas para el pago de recibos a las familias que tienen problemas económicos y que se dote de más recursos a los planes ocupacionales del Consistorio, a la vez que se aplique la tarifa social en las empresas municipales.

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