Cuarenta y tres minutos y una sola respuesta

En la conferencia, el alcalde Josep Fèlix Ballesteros primero recriminó la actitud a los tarraconenses pesimistas, después habló de las cuentas del bus gratis y, finalmente...el tiempo se acabó

23 noviembre 2018 09:23 | Actualizado a 23 noviembre 2018 09:27
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Cuarenta y tres minutos. Esto es lo que duró la conferencia que el alcalde impartió ayer en el auditorio de la calle Pere Martell. En estos casi tres cuartos de hora, Ballesteros ocupó tres minutos con un audiovisual que mostraba las virtudes de la ciudad. Los otros cuarenta los repartió en partes iguales: la mitad en echar la bronca a todos los tarraconenses pesimistas –o realistas– y los otros veinte minutos se dedicó a explicar cómo conseguirá cuadrar las cuentas para que el autobús sea gratis. Lo anecdótico llegó en el turno de las preguntas. Solamente respondió una, el reloj apretaba y la TAP esperaba a las autoridades tarraconenses para celebrar la Nit del Turisme. 

Hubo overbooking en el acto. Tanto fue así que algunos tuvieron que oír al alcalde desde una sala anexa del auditorio. Y es que se les olvidó inscribirse. La media de edad en las butacas era de  unos sesenta años. Ballesteros tenía a su izquierda a su socio de gobierno, José Luis Martín. A su derecha, al presidente de la Diputació de Tarragona, Josep Poblet. El alcalde sin corbata y aparentemente tranquilo, subió al escenario. 

«El alcalde ha puesto de relieve las áreas que dirige el PP», José Luis Martín, PP

En primera fila también estaba sentada la rectora de la Universitat Rovira Virgili, María José Figueras, quien aseguraba, antes de la conferencia, que «vengo con la esperanza de que dé soluciones a los problemas de movilidad a los que se enfrentan mis alumnos cada día». A su lado, el aún presidente del Port, Josep Andreu, justificaba su presencia asegurando que «a pesar de la transición que estamos viviendo, queremos dejar claro que el Port siempre estará al lado de la ciudad». 

Ballesteros empezó su discurso alardeando de su positivismo. «Debemos huir de aquellas personas que solo ven la parte negativa de la ciudad. Nosotros de los problemas, hacemos soluciones», decía el edil. Llegó el momento de hablar de los Juegos. Proyectado en la pantalla salía el mensaje: «Un éxito deportivo e institucional. Lo demuestran los datos». De repente, a muchos de los asistentes les cogió la tos. «Tarragona lo ha petado en estos últimos cuatro meses, entre los Juegos, el Seat Tarraco y el Concurs de Castells», aseguraba.

Al minuto 20:04 llegaba la bomba. El autobús no será gratis hasta de aquí unos años. La segunda: el actual párking Battestini se convertirá en la sede central de los autobuses. Y la tercera: se invertirán 2 millones de euros para renovar la flota. En la parte superior del auditorio se estrenaban como espectadores en una conferencia los miembros del comité de empresa de la EMT. Nunca antes habían asistido, pero esta vez sabían que serían los protagonistas. Y se fueron de allí con una sonrisa de oreja a oreja. «Tiene buena pinta. Ahora hace falta que cumpla con el compromiso», decía Antonio Chacón, representante de los trabajadores de la EMT.

«El discurso es propio de alguien con poca confianza en sí mismo», Pau Ricomà, ERC

Alguien entre el público informó al alcalde con un gesto de que la conferencia se estaba alargando demasiado. Era el momento de las preguntas, que los asistentes pasaron en una hoja. Pero el tiempo se acabó y solamente pudo responder una a un amante del modernismo: «¿Cuándo estará listo el Arxiu Jujol?». Ballesteros respondió «el año que viene». Fin. El resto de preguntas se responderán por correo electrónico y se harán públicas en la web del Ayuntamiento, dijo.

La sensación general al salir del auditorio era buena. Alguna cosa está cambiando, decía un grupo de presidentes de entidades vecinales. Ayer, Ballesteros improvisó el discurso. Lo habitual hasta el momento, era que lo leyera. «Quizás, en esta ocasión, que no lo lee y se lo sabe de memoria, lo cumplirá», decía una de las asistentes a su marido, sin saber que la periodista estaba al lado.
Ricomà: «Nos vuelve a engañar»

Pocos fueron los representantes del resto de grupos municipales que acompañaron a Ballesteros en su conferencia. El líder de la oposición Pau Ricomà (ERC) y su socio de gobierno, José Luis Martín (PP), no se lo quisieron perder. A la misma hora, Ciutadans estaba de charla con los vecinos de Sant Pere i Sant Pau, el PDeCAT aseguraba que «sería como volver a vivir el día de la marmota», Josep Maria Prats, de Units per Avançar, lo consideraba un acto preelectoral y la CUP decía que «no nos gusta que nos tomen el pelo y no tenemos ganas de perder el tiempo».

«Asistir sería como volver a vivir el día de la marmota», Dídac Nadal, PDeCAT

Al líder de ERC no le gustó la intervención. «El discurso es propio de una persona con poca confianza en si mismo», decía Ricomà, quien añadió que «vuelve otra vez a engañarnos. Da por hechos proyectos que no están hechos». Por su parte, su socio de gobierno, José Luis Martín (PP), aseguraba que «el alcalde ha puesto de relieve proyectos que pertenecen a las áreas dirigidas por el PP». Martín insistió en que su formación no está de acuerdo con la gratuidad del autobús. Sin embargo, a medio año de las elecciones, Ballesteros deja claro que este será su proyecto estrella. Si gana, posiblemente deberá buscar otro compañero de viaje.

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