Cuatro de los quince ‘grandes’ alcaldes tarraconenses se retiran tras el 28-A

Martí Carnicer (PSC) en El Vendrell, Albert Batet (PDeCAT) en Valls, Josep Poblet (PDeCAT) en Vila-seca y Montserrat Carreras (PDeCAT) en Cunit han decidido no intentar seguir

31 marzo 2019 16:11 | Actualizado a 31 marzo 2019 16:23
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«Es desgarrador. Es más fácil entrar que salir». Así reconocía sentirse el todopoderoso alcalde de Vila-seca y presidente de la Diputació, Josep Poblet, cuando anunció, el pasado 29 de enero, que dejaba la política después de 26 años como alcalde. Poblet había asumido el cargo en 1993, tras el nombramiento de su antecesor, Joan Maria Pujals, como conseller de Cultura. En las siguientes elecciones municipales, las de 1995, Poblet arrasó en las urnas.

Poblet es uno de los cuatro alcaldes de los quince principales municipios de Tarragona (los de más de 10.000 habitantes) que lo deja, aunque ninguno llevaba tanto tiempo ininterrumpido al frente de su localidad. Esa sensación de vacío, de vértigo ante el abandono del poder más próximo a los ciudadanos, deben sentir, lo admitan o no, los que, como Poblet, han decidido irse. Uno de ellos es el socialista Martí Carnicer en El Vendrell, la tercera localidad más poblada de Tarragona, con 37.153 habitantes. Carnicer es algo así como el ‘político guadiana’, que aparece y desaparece al frente del consistorio. Fue alcalde entre 1979 y 1994. Entre 1994 y 2013 ocupó diversos cargos. Desde 2013 está al frente del consistorio. Acumula así más de dos décadas de poder municipal.

Batet sonó como conseller

Tampoco repite el vallense Albert Batet. Había sonado como conseller. El ahora portavoz de JuntsxCat en el Parlament es el hombre de confianza del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, en la actualidad en Bélgica. Accedió a la alcaldía en 2008, tras la dimisión de Dolors Batalla. Batet pone fin así a más de una década en el sillón consistorial. Montserrat Carreras, del PDeCAT, ha cumplido lo que prometió en su día de que no estaría más de dos legislaturas como alcaldesa y tampoco se presenta.

Dos de los aspirantes a sustituir a Martí Carnicer y Montserrat Carreras son dos históricos. En El Vendrell Josep Maria Llasat se presenta por ‘Primàries’, la lista independentista unitaria promovida por la ANC. Llasat fue alcalde de El Vendrell en sustitución del socialista Carnicer en 1994. Dolors Carreras vuelve a la política municipal de Cunit. La socialista ya fue alcaldesa de la población del Baix Penedès entre 1996 y 1998 y de 1997 a 2007. Carreras tuvo que dejar la política ese año tras una inhabilitación por no haber convocado un pleno en 1997 en el que se iba presentar una moción de censura en su contra. La inhabilitación no se hizo efectiva hasta diez años después. Ni pleitos judiciales ni las feroces críticas de la oposición han desanimado (o quizá todo lo contrario: les han impulsado), a los otros once alcaldes de los quince principales municipios.

Ballesteros (PSC) aspira a rentabilizar en Tarragona el supuesto éxito de los Juegos del Mediterráneo. Más allá de la polémica organización del evento y la politización que lo inundó, Ballesteros presume del legado en forma de anella olímpica. Eso sí, el caso Inipro se cierne sobre él.
Son un misterio las consecuencias que tendrá el pacto de Ballesteros con el PP, el partido que suprimió, vía 155, el autogobierno de Catalunya y defendió la intervención policial contra los votantes del 1-O. El principal artífice dentro del PP de aquel pacto es Alejandro Fernández, ahora presidente del PP catalán y hombre fuerte de Pablo Casado, quien defiende otro 155, este sine die y aún más en profundidad.

También quiere repetir Carles Pellicer como alcalde de Reus. El edil del PDeCAT ha sobrevivido a un fragmentado consistorio y ha tenido que afrontar dos querellas judiciales. Una, por su supuesta participación en la organización del referéndum del 1-O. Fue archivada. Pellicer lo dejó claro: «Votar no es delito». La otra aún sigue en pie. Se le acusa de un delito de odio por firmar un manifiesto el 3 de octubre de 2017 en el que se pedía la retirada de los policías nacionales que se alojaban en el Hotel Gaudí. 

El responsable del establecimiento declaró en el juicio del 1-O que no había recibido presión alguna para que los agentes se fueran y que estos lo hicieron una vez acabada su reserva. La alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé, tendrá que refrendar en las urnas su alcaldía. Se la ‘cedió’ el año pasado Ferran Bel. La alcaldesa de Cambrils y los slcaldes de Salou, Calafell, Amposta, Torredembarra, la Ràpita, Mont-roig y Deltebre tambi

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