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El diputado al Parlament, David Fernàndez, realizó ayer una jornada completa de apoyo a las cuatro candidaturas que se presentan en las Terres de l’Ebre en los municipios de Tortosa, Deltebre, Alcanar y Ulldecona.
En la capital del Baix Ebre resaltó que «hay que eliminar los símbolos fascistas de la ciudad (en clara referencia al polémico monumento situado sobre el río Ebre) ahora que se cumple el 70 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. El fascismo se combate, no se consulta», apostillo Fernández.
La asamblea de Tortosa hizo llegar al diputado sus inquietudes sobre la familias que viven al límite de la pobreza en el municipio y la degradación que ha sufrido el casco antiguo.
La siguiente cita fue en Deltebre que Fernàndez calificó como «la Catalunya desconocida» e insistió en la necesidad de preservar el entorno en este municipio situado en el corazón del Delta.
David Fernàndez también se refirió a cuestiones medio ambientales en Alcanar, donde no dudo en cambiarse la camiseta azul reivindicativa del conflicto laboral en Telefónica por la verde con el lema ‘No ho volem’ que le entregó la Plataforma Ciutadana en defensa de les Terres del Sénia, entidad opositora al Proyecto Castor, de almacenamiento submarino de gas frente a las costas de Alcanar y Vinaròs.
Fernàndez también reivindicó que «el Sénia no és frontera», tal y como dice una de las canciones del grup de Ulldecona, Pepet i Marieta, municipio donde cerró su recorrido por el territorio, que no considera el sur de Catalunya, sinó «el centro dels Països Catalans».
El parlamentario reivindicó, en todo momento, que «hoy el protagonista no soy yo, el protagonismo lo tienen los miembros de todas estas candidaturas que se presentan».
La CUP cuenta con el triple de candidaturas que hace cuatro años, por lo que espera «sacar el triple de conccejales», según Fernández.
Para el diputado, «la campaña electoral es un tiempo de reflexión sobre la faena que se ha hecho a lo largo de la legislatura» y recordó que, cuando ésta acabe, dejará el Parlament para dar paso a la renovación, como indica el código ético del movimiento asambleario.
David Fenàndez ve en la emergencia de Ciutadans en el panorama político una «operación del régimen del Estado Español para reproducirse» y considera el partido de Rivera un «obturador» ante Podemos y el proceso sobiranista de Catalunya.
