Denuncia por inmoralidad viaria en la Part Alta de Tarragona

Para quien corresponda, para aquellos a quienes competa, para que los señores del Ayuntamiento se aclaren, si es que saben. Como ciudadano, libre y responsable, así como padre de alumnos que acuden al Lestonnac, como tantos muchos centenares, no sé si casi un millar, procedo públicamente a emitir una denuncia por imprudencia y por riesgo de accidente inminente. Centenares de alumnos no tienen más remedio que concentrarse (zona señalada en azul) en una estrecha acera que, además, es la de la única callejuela de escape de todos los coches que se concentran. De altísimo riesgo. Casi amoral no denunciarlo.

Les instruyo de cómo es un día normal. Hora de entrada: 7:45 ó 8:45. Los coches se agolpan desde hace casi media hora para encontrar un pequeño espacio. Y van llegando coches. Cada vez más. No tienen espacio ni para aparcar. Es la escuela con mayores dificultades de acceso de toda Tarragona. Solo pueden entrar por el Portal del Roser. Se les prohibe circular por las calles marcadas con un aspa amarilla en el plano. Son calles reservadas para «autorizados», bajo riesgo de multa. A todo coche que entra por el Portal del Roser se le obliga a subir por l’Escorxador.

Delante del rectorado de la URV se le impide aparcar. Se han colocado postes para impedirlo. Los coches deben bajar circundado por el no-nato parking Jaume I para aparcar a los pies de la Plaça de l’Escorxador (al pie de la escaleras). Es la única placita disponible. Y entran en ella en sentido opuesto al de la calle por la que deberán salir después (Sant Llorenç i de Sant Pau). Se cruzan coches que entran a la placita y los que salen. El circo es de Sálvame Deluxe. Caben, a lo sumo 15 coches de muchísimos padres que, habitualmente, deben dejar niños de corta edad. Y estos coches solo pueden salir circulando (no sin nerviosismo) haciendo un giro hacia arriba por Sant Llorenç i Sant Pau.

Todos deben pasar por delante de la estrecha acera de la entrada a la escuela Lestonnac. Allí, centenares de niños y niñas esperan a que abran las puertas. Apelotonados en la estrecha acera, hablando, jugando y haciendo de niños, se encuentran de espaldas a los coches. Temerario, arriesgado, inconsciente por parte del Ayuntamiento permitir este riesgo de que ante un resbalón o caída uno acabe trágicamente debajo de un coche.

¿Y las medidas preventivas?

Me parece muy grave que no se apliquen claras y posibilistas medidas preventivas. Y me sorprende que en lo que llevamos de curso la policía Municipal no haga acto de presencia como hacía el año pasado cada día. En el curso pasado ayudaban al tráfico. Ahora no están ni se les espera. No me cabe duda de que se es plenamente consciente del riesgo, pero nadie actúa. Es probable que, desde arriba, algún ilustre iluminado dignatario haya cursado orden para que no acudan ni aquí, ni en otras muchas escuelas. Así, no me cabe duda de que, en la actualidad, las estadísticas, serán mejores para lo que haga falta.

Como toda crítica debe tener una propuesta, ésta es fácil. Quitar el aparcamiento de coches y motos enfrente al Lestonnac, luego desplazar la calzada de la calle de Sant Llorenç hacia la zona opuesta a la escuela, y finalmente ensanchar la acera en todo el frente de fachada de esta maravillosa escuela. Como decía el eslogan de un famoso anuncio de unos bombones italianos, seria la expresión del buen gusto.