A los vecinos de El Serrallo les preocupa la situación en que se encuentra un local abandonado en los bajos del número 1 de la calle Espinach. Se trata de un inmueble que en su día fue tapiado y cerrado con cadena y candado, pero que en la actualidad permanece abierto y se ha comenzado a utilizar de vertedero:«Como hay tanto gamberro, alguien rompió la cadena y accedió al interior. Lo que pasa es que el local estaba vacío y no pudieron llevarse nada, pero eso ya quedó abierto y cualquiera puede acceder», lamenta Pau Pomerol, vecino que ayer mismo presentó una instancia en la Oficina Municipal d’Atenció al Ciutadà explicando el problema y rogando una solución.
«Ahora hay gente que aprovecha para tirar allí la basura. Incluso algunos vecinos que deben de pensar que para qué van a andar hasta el contenedor si se lo pueden ahorrar. Así que hay muchísima basura acumulada, y a eso se añade que, claro, han aparecido ratas, cucarachas, insectos... Se ha generado un problema evidente de salubridad e higiene», lamenta Pomerol, quien añade:«Todo eso por no mencionar el mal olor, que evidentemente es una molestia muy desagradable para quienes pasamos por allí a menudo y vivimos cerca».
Aun así, lo que más preocupa a vecinos, comercios y restaurantes del entorno es el peligro que un vertedero así puede conllevar:«Si pasa cualquiera y tira allí una colilla, con la cantidad acumulada de basura que hay, se puede generar rápidamente un incendio y podría suceder cualquier desgracia. Por eso creemos que la solución es urgente. No se trata sólo de un tema de molestias o de presencia de ratas, sino sobre todo de seguridad».
Pomerol explica que el local lleva así «alrededor de dos meses». «Había una tienda, la cerraron, y aunque la tapiaron con una pared de un metro, alguien consiguió saltarla y romper la cadena, supongo que creyendo que encontrarían algo de valor dentro, y desde entonces así está».
Al comunicar el problema al consistorio, a Pomerol le pidieron que rellenara la instancia que ya presentó ayer, y le comunicaron que «estudiarán el caso». «Sin embargo, al ser una propiedad privada, para entrar en el interior hay algunas dificultades jurídicas que espero que no atrasen la solución», concluye.