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Solicitar un permiso extraordinario para que un interno del Centre Penitenciari de Mas d’Enric de El Catllar salga durante unas horas porque su padre se está muriendo no es nada fácil y está lleno de trabas burocráticas. Es lo que denuncia el abogado Joan Crua sobre los problemas con los que se ha encontrado esta semana. Por ello, añade, va a elevar diversas denuncias y quejas por la situación vivida ya que considera que le puede pasar a otros compañeros.
El abogado relata que el domingo recibió la llamada de la esposa de un interno de la prisión. Le dijo que el padre de su marido llevaba un tiempo ingresado en el Hospital Joan XXIII de Tarragona y que estaba en fase terminal, y que le daban un máximo de 15 días de vida, aunque posiblemente no llegará a tanto. La mujer le remitió los informes médicos, en los que se podía leer que el paciente estaba bajo tratamientos paliativos y que tenía un «mal pronóstico a corto plazo».
El abogado le comentó que, de acuerdo con el artículo 155 del Reglament Penitenciari, el preso tiene derecho a un permiso excepcional para que pueda despedirse del familiar.
Al letrado no le dieron el número de fax de la cárcel por una cuestión de protección de datosA primera hora de la mañana del lunes, Crua redactó la instancia –dirigida al director del centro penitenciario– solicitando el permiso urgente, adjuntando los informes médicos. Se indicaba que el hombre –no es un interno peligroso– residiría con la familia ya que su padre iba a ser dado de alta del hospital para que pudiera fallecer en su domicilio.
«A media mañana llamo a la prisión. Explico la situación para solicitar el permiso de urgencia. Y pido que me faciliten el número de fax para poder enviar la documentación. Y me responden diciéndome que no me lo pueden dar por un tema de protección de datos». Incrédulo, vuelve a llamar. Le coge el teléfono otro funcionario. Le dice que no tiene el número y que llame al departamento anterior. Lo hizo y le dijeron lo mismo y que acudiera en persona.
En persona
Sobre la una y media de la tarde se presentó en la cárcel para entregar las instancias. Y recibe la segunda sorpresa del día: «Me dicen que no tienen registro y que no me lo pueden admitir. Es insólito que esto pase en una administración pública». Y le dijeron que tenía que ser el propio interno quien solicite el permiso y que lo entregue a los funcionarios.
Va a denunciar el caso al Síndic de Greuges y a Institucions PenitenciàriesEl letrado dijo a los funcionarios que le dieran al preso la documentación que llevaba. «Me dicen que no lo pueden hacer por un tema de protección de datos, porque el interno los podría denunciar por haber leído la instancia». Todo ello considera que se trata de una «anomalía grave. Y esto se tiene que arreglar inmediatamente. No se puede permitir que un centro penitenciario no tenga registro de escritos». Añade que desde el Col·legi d’Advocats de Barcelona han cursado ya diferentes quejas contra la prisión de El Catllar.
El lunes por la tarde, el padre de José fue llevado a su domicilio para que pase sus últimas horas de su vida.
La esposa del preso comentó ayer por la mañana a Joan Crua que había hablado con su marido y le había explicado lo que tenía que hacer. Al parecer, podrá salir mañana jueves con acompañamiento de Mossos d’Esquadra.
El abogado asegura que va a presentar una denuncia ante el Síndic de Greuges y la Direcció General d’Institucions Penitenciàries. Y también lo pondrá en conocimiento del Col·legi de l’Advocacia de Tarragona
