Detenido por maltratar a su pareja en presencia de su bebé de seis meses

Los guardias observaron moratones y marcas en diferentes partes del cuerpo de la mujer

26 septiembre 2018 07:55 | Actualizado a 26 septiembre 2018 08:02
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Un vecino de Sant Salvador de 36 años ha sido detenido por la Guàrdia Urbana de Tarragona acusado de un delito de malos tratos en el ámbito familiar. Y ello habría ocurrido en presencia de un bebé de seis meses.

La Guàrdia Urbana recibió la llamada de un vecino de la pareja informando de que oía a una mujer llorar a consecuencia de una discusión, una situación que se daba prácticamente de forma diaria, circunstancia que también habían detectado otros vecinos.

Los agentes acudieron al domicilio de la pareja y se entrevistaron con la mujer, de 41 años. Reconoció que había sido agredida y que el hombre le había estampado el teléfono móvil contra la pared. Añadió que su pareja le ha amenazado varias veces con irse y dejarla a ella encerrada con su bebé.

Los guardias observaron moratones y marcas en diferentes partes del cuerpo de la mujer. Ella   –que no paraba de llorar– añadió que en una pierna tiene un gran morado fruto de una patada, pero rechazó la asistencia médica. Sin embargo, por miedo no quería denunciar. 

Por su parte, el hombre dijo que habían tenido una discusión sin importancia ya que su pareja había perdido la tarjeta de crédito. Sin embargo, los guardias, después de analizar lo que habían visto y lo que le había comunicado el vecino, detuvieron al sospechoso.

Alterar el orden
Por otra parte, un hombre que se negó a identificarse ante los agentes de la Guàrdia Urbana de Tarragona por estar chillando y creando alboroto en un  portal de la calle Sant Antoni Maria i Claret acabó finalmente detenido por resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad. Es un ciudadano español natural de Barcelona de 24 años.

A las once de la mañana del pasado sábado, unos vecinos alertaron de que en un portal de dicha calle había un hombre muy alterado, que chillaba. Al llegar, los agentes observaron que dicho hombre estaba increpando a los vecinos, que le recriminaban que golpease las puertas de los pisos.

Los guardias pidieron al hombre que dejase de chillar y que les acompañase al exterior para identificarlo. Pero el individuo se negó repetidamente, a pesar de las advertencias de los policías de que, en caso de no hacerlo, podría acabar detenido. Cuando finalmente el individuo estaba contra la pared para que lo registraran, se giró y comenzó a realizar movimientos con los brazos para evitar ser registrado. Dada su negativa, acabó detenido.

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