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La Guàrdia Urbana de Tarragona detuvo, sobre las tres y media de la tarde del pasado viernes, a un joven por vender hachís a las puertas del Institut Pons d’Icart. Se trata del marroquí de 24 años Mohamed A., que está acusado de un delito contra la salud pública.
La intervención policial fue a requerimiento de la propia dirección del centro, que solicitaba a los agentes ante la presencia de jóvenes ajenos al instituto que vienen a esperar a algunos alumnos. Tras la petición, agentes de paisano de la Unitat de Delinqüència Urbana (UDU) acudieron a la zona. A la hora de salida de los estudiantes del centro los agentes vieron a un joven marroquí, viejo conocido de los guardias de anteriores intervenciones.
El joven se dirigió hacia dos menores y los saludó, para seguidamente marcharse con él hasta la calle Destral. Allí, uno de los menores entregó un billete al sospechoso. Éste subió a un piso, bajó poco después y entregó algo al menor.
El grupo siguió hacia la calle Major –allí el sospechoso entró en un estanco– y continuaron hacia la calle Sant Domènech, momento en que los tres fueron parados por una patrulla de uniforme.
En el momento de identificar al menor que había recibido un objeto, lanzó al suelo una pieza de hachís. El menor tenía sólo 13 años, mientras que su acompañante todavía tiene 12.
Los agentes procedieron a la detención del joven marroquí. Mientras, los dos menores fueron llevados a la comisaría de la Guàrdia Urbana, donde se les tomó declaración en presencia de sus padres. Uno de ellos reconoció que en unas cinco ocasiones había comprado hachís al detenido. Añadió que sabe que otros jóvenes también le compran a la salida del instituto.
