Detienen a una mujer por conducir ebria con dos menores en el coche

Cuadriplicaba la tasa de alcohol permitida (1,07mg/l) y sufrió un accidente leve en la calle Tramontana de Cala Romana

19 mayo 2017 20:36 | Actualizado a 22 mayo 2017 07:51
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La Guàrdia Urbana de Tarragona detuvo a última hora de la tarde del martes a Raquel C.G. por atentado a los agentes de seguridad y conducir bajo los efectos del alcohol.

La conductora tuvo una colisión lateral con otro coche en la calle Tramontana de la urbanización Cala Romana poco después de las 19 horas. En el mismo vehículo accidentado iban dos de sus tres hijos menores de edad. Los agentes mediaron en el accidente de tráfico y observaron durante el proceso que la conductora, de 36 años de edad, presentaba síntomas evidentes de estar bajo los efectos del alcohol. Quizá por ello, la reacción hacia los agentes fue de desafío, agesividad y provocación.

La patrulla de la Guàrdia Urbana pidió un vehículo de atestados para realizar la prueba de alcoholemia in situ mientras intentaba apaciguar los ánimos de la conductora evitando en todo momento situaciones extremas ante la presencia de los dos menores, que permanecían en el coche llorando y reclamando a su madre.

Al poco, una amiga de la conductora se personó en la calle Tramontana y se hizo cargo de los dos menores. Fue entonces cuando los agentes pidieron a Raquel C.G. que se sometiera a la prueba de alcoholemia. A pesar de las reiteradas negativas, la mujer terminó accediendo.

Sin embargo, la conductora –según la versión policial– soplaba de forma manifiestamente incorrecta y en los cuatro intentos realizados a pie de calle sólo en uno se pudo tener un valor del alcohol que podría haber ingerido: 1,07 miligramos por litro de aire aspirado (mg/l), cuatro veces la tasa permitida para conducir un vehículo (0,25).

Aunque se le propuso realizar una prueba definitiva en un centro médico, la conductora se negó y siguió provocando e insultando a los agentes, que incluso vovieron a ser agredidos por parte de la conductora. Esta vez, ante la ausencia de sus hijos, sí fue detenida por los agentes de la Guàrdia Urbana. Se le acusa de los delitos de conducir bajo los efectos del alcohol y de atentado contra la autoridad.

Los dos agentes que estuvieron realizando el parte del accidente de tráfico en Cala Romana sufrieron heridas leves en brazos y piernas y fueron atendidos después del servicio.

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