Dídac Nadal: «Debemos eliminar todos los plásticos de los mercados»

Entrevista. Es el presidente de la Empresa de Serveis i Promocions d’Iniciatives Municipals (Espimsa). Propone fomentar las actividades de dinamización alrededor de estos espacios y estudiará bonificaciones para los comerciantes que se comprometan en la gestión eficiente de los residuos

04 agosto 2019 17:36 | Actualizado a 07 agosto 2019 14:57
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El portavoz de Junts per Tarragona, Dídac Nadal, es el presidente de la Empresa de Serveis i Promocions d’Iniciatives Municipals (Espimsa) en este mandato. Es una empresa 100% municipal creada para gestionar los servicios públicos del municipio reladionados con el comercio periódico y sedentario, aparcamientos y actividades socioculturales. 

¿En qué se notará su llegada como nuevo presidente de Espimsa? 
Mi personalidad hace que haya venido para hacer cosas. En primer lugar, quiero mejorar la convivencia del Mercat Central con su entorno. Esto será una prioridad. Pero también del mercado de Torreforta, ya que de alguna forma queremos dinamizar y promover el modelo del Mercat Central, exportándolo allí. O si nos fijamos en el mercadillo de Bonavista, el objetivo es que pasen cosas realmente relevantes que mejoren la situación y condiciones del barrio. Debemos mejorar y que los mercados de Sant Salvador, La Móra y Sant Pere i Sant Pau sean más sostenibles y que la relación sea que presten un servicio a la ciudad y que el ciudadano se sienta orgulloso.

Empezamos una ruta por cada uno de estos aquí en el Mercat Central. Se inauguró el 16 de marzo de 2017, ¿qué papel debe jugar este espacio dentro del comercio de Tarragona?
Desde el Mercat Central se hacen cosas muy interesantes para mejorar el propio mercado y la relación con el entorno. Hay que generar empatía y sinergias con los comercios y la vida del entorno. 

¿Quieren seguir potenciándolo con más actividades?
El Mercat no deja de ser un eje vertebrador de toda la zona centro y, a partir de ahí, queremos mejorar esta relación. Todo este tejido de influencia. Queremos potenciar los programas de dinamización. Necesitamos que los comercios de los alrededores hagan pasos adelante, que haya un orden y un equilibrio en una Plaça Corsini sostenible. Ver todo este espacio no tan solo a partir de los ojos del mercado sino del ciudadano. Que sea un entorno amable, que invite a la gente a tener una experiencia tranquila. 

«Me he metido en la cabeza una frase: me encantaría que los que no abren un sábado por la tarde se arrepintiesen de no hacerlo»

Había el problema de las paradas que no cumplen con el horario y los sábados por la tarde no abren. ¿Se van a multar? ¿Se ha renunciado a que estén abiertas?
No, lo contrario. Hay que resolver los problemas a partir del consenso. Hay un reglamento pero siempre debe ser la última respuesta. Me he metido en la cabeza una frase: me encantaría que los que no abren un sábado por la tarde se arrepintiesen de no hacerlo. No pienso tanto en las multas como en la capacidad de despertar tanto este espacio, que al final la propia gente tenga la predisposición a abrir porque verá que deben participar.

Pero, ¿van a hacerse efectivas las sanciones?
De todos los expedientes iniciados solo acabaron en multa unos pocos. El origen de todo es el Ayuntamiento, porque hay una tramitación administrativa. Pero insisto, hay expedientes abiertos, que quedan informados y que para pasar por Base tienen que hacerlo a través de intervención del Ayuntamiento. No puedo hacer nada en relación a esto, pero sí que a partir del inicio de mi mandato ser capaz de que cambien las cosas en el Mercat Central. 

Un ‘handicap’ es la climatología. La Plaça Corsini en verano es un horno que hace muy complicado que puedan hacerse actos en determinadas horas.
Sí. Desde que el anterior Gobierno decidió que Espimsa comprara todos los aparcamientos y después regalarlos a Aparcaments Municipals me he encontrado una empresa muy pobre y vacía de recursos. Cuando haces el análisis de balances ves que era una empresa capaz de generar riqueza para poder invertir en el propio mercado y ahora tendremos dificultades en reflotarla. 

¿Será difícil poder llevar a cabo proyectos?
En este difícil contexto, debemos poder ser capaces de afrontar uno de los problemas que para mí es el más grave, que realmente puede generar vínculo entre el Mercat y la ciudadanía, que es el de mejorar las condiciones de la Plaça Corsini. Queremos una ciudad amable y si Corsini es competencia de Mercats queremos que tenga sombras, espacios verdes y que la ciudadanía pueda disfrutar de todo este entorno. 

«Las terrazas y cafeterías ya las tenemos. Ahora necesitamos resolver también el tema de los locales vacíos»

¿Qué propone?
No tengo nada definido y todo son ideas. Pero tenemos la pérgola del Serrallo y si fuéramos capaces de que fuera retráctil, que no es especialmente costoso, me encantaría poder estudiar el mecanismo más eficiente para Corsini. Porque realmente nos lo están pidiendo la gente y los vecinos. Necesitamos que esta plaza sea más amable para las personas.

¿Espimsa seguirá gestionando el aparcamiento o sería más lógico que lo asumiera la empresa de Aparcaments Municipals?
No, al contrario. Hay un conjunto de vínculos entre el Mercat y estos aparcamientos que si ya no salieron de Espimsa significa que son fundamentales para su actividad. No saldrán de Espimsa.

¿Deben sumarse a la promoción de este entorno, como motor de dinamización?
Sí. Hace tan solo cuatro días que soy presidente, pero debemos estudiar diferentes alternativas. El aparcamiento es una pieza vital de todo este engranaje, que estén al servicio del Mercat, de los usuarios y del entorno, a partir de políticas que vayan en sintonía. Hay que ser más flexibles con la gestión de estos equipamientos para que sean más eficientes. Ver los déficits y ser más flexibles en cuanto a horarios, itinerancia y ofertas, por ejemplo. 

El Mercat debía ser un motor de dinamización del comercio de todo el entorno pero en lugar de tiendas han proliferado las terrazas y los bares. ¿No se está consiguiendo el objetivo?
A lo mejor, como estamos en una fase inicial del redescubrimiento del Mercat, las cosas se han hecho de forma «desordenada». Cuando se entendió que las terrazas podían ser una solución para dinamizar, la inflación salta de golpe. Estamos en un momento en el que sería necesaria cierta tranquilidad en este sentido. Las terrazas y cafeterías ya las tenemos. Ahora necesitamos resolver también el tema de los locales vacíos.

Recientemente se cumplió un año del traslado del mercadillo de los martes y los jueves. ¿Cree que deben hacerse cambios?
Después de la reapertura del Mercat se tomaron un conjunto de decisiones que podían ser objetivamente correctas, pero necesitamos darle sensibilidad. Por ejemplo el calor. Debemos ser capaces de darles sombra o como mínimo dar una cierta uniformidad a la estética del mercado. Son cuestiones que económicamente no son relevantes y daríamos una imagen más positiva.

¿Impulsar que las paradas tengan una estética homogénea?
Siempre las cosas deben hacerse bien hechas, y una de mis misiones será convencer al consejo de administración y a la empresa para mantener una estética de la que después el ciudadano se sienta orgulloso. 

¿Los paradistas aseguran que Tarragona es una de las plazas más caras de la demarcación y ahora deberán hacer un esfuerzo adicional con unos nuevos toldos?
No. Soy incapaz de pedir un nuevo esfuerzo al que ya han hecho los paradistas y concesionarios. Ellos ya lo han hecho. Ahora debemos ver cómo la empresa Espimsa está a su nivel y hace el esfuerzo necesario para acompañarles. 

¿Mejorar la imagen será una prioridad?
Sí, la estética será prioritaria y también necesitamos tener unos mercados limpios y sostenibles. Debemos ser capaces de eliminar todos los plásticos de todos los mercados de Tarragona.

Los marchantes piden más publicidad y más promoción. Rótulos en la Rambla que señalen que aquí hay un mercado y el mercadillo.
Formará parte del día a día. Primero he de conocer la situación financiera de la empresa. Me estoy reuniendo con todos y estoy leyendo para saber la realidad de Espimsa para, a partir de ahí, ser más proactiva para acompañar a todos los concesionarios y paradistas. Si a ellos les va bien, le irá bien a la empresa y a la ciudad. Es la línea que pretendo. No tenemos recursos, pero sí mucha imaginación y muchísimas ganas de trabajar para hacer cosas sorprendentes y positivas.

Seguimos con este ‘tour’ hacia Bonavista. Los marchantes aseguran que empiezan a haber síntomas de degradación. Algunos de los paradistas más grandes, que pagaban más, han dejado de ir al mercadillo por las tasas y hay problemas con los carteristas. ¿Realmente es así?
Hay una degradación clara y evidente. Mucha de la gente que iba a este mercado ha dejado de ir o la situación del aparcamiento en superficie, que cuando acaba el mercado queda lleno de plásticos. Está por iluminar, se necesita hablar de planes de evacuación, por si algún día son necesarios, que se sepa qué hay que hacer. Se necesitan puntos de información más claros y evidentes, reordenar los espacios y ver si todos los productos tienen un sentido y una lógica. 

¿Qué ha pasado?
Este mercado del que todos nos sentíamos orgullosos y que recomendábamos a la gente de fuera de Tarragona ahora mismo no es así. Hay que recuperar el espíritu porque era un activo de la ciudad. Por ello hay que tomar cuatro o cinco decisiones muy claras y se hará.

Puede concretar.
El tema de los plásticos debe resolverse. Y no estoy diciendo que deba hacerse con la vara. Hemos estudiado cosas que se han hecho en otros mercados, como por ejemplo bonificar en positivo y premiar al que demuestre que ha recogido los residuos. También hay que mejorar el aparcamiento en superficie. A la persona que esté en una situación reglamentaria hay que protegerla, pero los que no lo están hay que ver el por qué y sino deberán salir. El mercadillo de Bonavista debemos poder recuperarlo y dejarlo en unos estándares de excelencia y calidad.

Esto significa recursos. ¿Subirán las tarifas o cómo va a hacerlo?
En ningún caso habrá un incremento de los gastos por parte del paradista. Al contrario, se intentarán buscar fórmulas que de alguna forma mejoren su situación económica hacia la empresa Espimsa. Hay formatos que ya existen y que vamos a copiar.

Torreforta. Habían ido cerrando algunas paradas, ¿cómo piensan reflotarlo?
Toda la programación que estamos siguiendo con el Mercat Central quiero copiarla y aplicar también en Torreforta. Para Santa Tecla ya tendremos las primeras experiencias de dinamización. Hay que apostar por un modelo con actuaciones de música, vermuts electrónicos, artes escénicas y si es necesario estudiar la frecuencia del mercado exterior. Después, a corto y largo plazo, establecer cuál sería la fórmula para que la biblioteca o el aparcamiento también sean espacios de dinamización. 

¿Y con las paradas cerradas?
No podemos seguir tal y como está. Ahora mismo le falta la fruta, la verdura y una panadería. Se ha rebajado el precio de las paradas y debemos ser capaces de flexibilizar los trámites administrativos para que una persona que tenga interés en implantarse podamos acompañarla desde el minuto cero y hacerle un traje a medida.

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