Diez medidas para ayudar a las familias

La Generalitat de Catalunya destina una tercera parte que el conjunto de la Unión Europea a ayudas familiares. Un informe lanza una serie de recomendaciones para mejorar la situación

17 marzo 2019 11:12 | Actualizado a 18 marzo 2019 19:29
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Temas:

Precariedad laboral. Más personas en riesgo de pobreza. Emancipación tardía. Menos natalidad. Ancianos en lista de espera para recibir las ayudas que se merecen. Dificultades para sufragar las pensiones... Aunque la economía mejore, o eso se dice, la situación de las familias no es halagüeña en Catalunya. Dos recientes informes así lo ponen de manifiesto. Anteayer viernes, ECAS (Entitats Catalanes d’Acció Social), hizo público el estudio ‘Treball precari, habitatge privatiu i manca d’inversió social’. La conclusión: que una cuarta parte de la población catalana está en riesgo de exclusión. 

Según la presidenta de la entidad, Sonia Fuertes, «la mejora de la economía no ha repercutido en el conjunto de la sociedad, especialmente en las clases desfavorecidas, que continúan muy castigadas por un modelo social y económico que crea desigualdad y pobreza de forma estructural».

En febrero salió a la luz el informe ‘Polítiques de suport a les famílies’, realizado por el Consell de Treball, Econòmic i Social de Catalunya (CTESC). Entre la avalancha de datos del estudio destaca que la Generalitat destina a prestaciones familiares un 0,8% del PIB, un 60% menos que el Estado español (1,3%) y tres veces menos que el conjunto de la Unión Europea: 2,4% del PIB. Son datos de 2014, los últimos disponibles. El ‘gasto familiar’ del Govern además ha disminuido. En 2010, llegaba al 1,1% del PIB. 

El informe del CTESC es duro, pese a que es un organismo de la propia Generalitat: «Tanto en España como en Catalunya los servicios destinados a las familias continúan siendo de carácter básicamente asistencial y no cubren las necesidades crecientes de la población, están poco regulados y generalmente mal pagados y ocupando un porcentaje de la población muy inferior al resto de países europeos».

Otros datos del estudio también son preocupantes. Por ejemplo, los jóvenes españoles no se van de casa de sus padres hasta los 30 años. La media de la Unión Europea es de 26 años. Esa tardía emancipación provoca que los jóvenes forman familias (si las forman) más tarde y que la natalidad sea menor. Consecuencia: no se frena el envejecimiento de la población y no hay suficientes cotizantes para poder llenar la hucha de las pensiones.

No todo son cifras para la preocupación. El informe del CTESC lanza también 85 recomendaciones para lanzar la situación. El Diari las ha resumido en diez:

1. Durante toda la vida
Establecer una cartera de servicios que acompañe a las familias durante todo su ciclo vital, desde la infancia hasta la vejez.

2. Evitar el riesgo de pobreza
Mejorar las medidas para evitar que la composición familiar tenga un impacto tan significativo en el riesgo de pobreza en Catalunya, especialmente en las familias con niños a su cargo. 

3. Más vivienda social
Tomar medidas efectivas en el ámbito de la vivienda y la pobreza energéticas para reducir la pobreza de las familias. Ampliar la oferta de vivienda social y de vivienda adaptada. Dotar presupuestariamente la ley contra la pobreza energética. Esta normativa fue recurrida por el Gobierno  del PP. Posteriormente, el Ejecutido del PSOE retiró los recursos.

4. Más inversión
Velar por la garantía del Estado del Bienestar, poniendo el núcleo familiar en el centro de las decisiones. Priorizar los recursos destinados a las familias en situación de vulnerabilidad así como incrementar la inversión en políticas de infancia de modo que se pueda garantizar la educación de todos los niños y niñas de 0 a 3 años.

5. Menos burocracia
Garantizar la coordinación entre las diversas instituciones y entre los propios departamentos de la Generalitat así como que la Administración sea capaz de dar una respuesta ágil a las necesidades.

6. Planificar más y mejor
Analizar las necesidades de las familias a medio y largo plazo. Desarrollar una planificación adecuada y no solo aplicar medidas reactivas o asistenciales.

7. Más información
Proporcionar una información precisa de las políticas de apoyo a las familias. La puesta en marcha de una ventanilla única para la ciudadanía debería facilitar la información, la documentación y la gestión de las prestaciones.

8. Profesionales preparados
Dimensionar la dotación y el número de equipos de los servicios sociales básicos. Formar de forma permanente a los y las profesionales que los componen.

9. Mejores horarios
Introducir nuevas formas de organización del trabajo para facilitar la conciliación laboral y familiar.

10. Cambios fiscales
Priorizar las prestaciones económicas directas por encima de las desgravaciones fiscales.

Comentarios
Multimedia Diari