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Ninguno de los dos era consciente del riesgo que conllevaba coger el volante con el alcohol que habían ingerido este pasado sábado primero de diciembre. Por suerte, los dos pueden corregir sus errores, aunque la denuncia penal los "castigará" severamente.
El primero de los dos conductores denunciados penalmente es un joven de 21 años que tuvo un accidente de tráfico en la AP-7 este sábado poco después de las 21.30 horas
Según fuentes de Mossos, el conductor salió de la vía causando desperfectos importantes en su turismo. Ningún otro vehículo se vio involucrado en el siniestro. Profesionales del SEM acudieron al aviso y atendieron al conductor, que resultó herido por los diferentes golpes sufridos con su coche y fue trasladado al Hospital Universitario de Tarragona Joan XXIII.
El vehículo tiene daños importantes a consecuencia de los impactos con la mediana y otras barreras de seguridad.
El investigado podría ser condenado a una pena de prisión de tres y hasta seis meses o multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio a la comunidad de 31 días hasta 90 y, en cualquier caso, a la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a cuatro años.
Avenida Tarragona de la capital del Baix Camp
En Reus, el protagonista es un hombre de 64 años de edad con residencia en El Catllar (Tarragonès). Tras soplar en el etilómetro de la Guàrdia Urbana el conductor cuatriplicó la tasa (1,09 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado).
La Guàrdia Urbana reusense pilló al conductor este sábado por la noche. El hombre había sufrido un accidente con su Land Rover. Había salido de la vía, en la confluencia entre la avenida de Tarragona con la calle de Argentina.
El accidente, que tuvo lugar en las22.30 horas de la noche, no causó heridos, pero sí varios daños materiales -árboles y señales de tráfico-, explicaron fuentes de la Guàrdia Urbana. Los agentes instruyeron diligencias penales contra el conductor.
Ya en la madrugada del domingo, la Guàrdia Urbana pilló a otro conductor bebido, un vecino de Reus de 30 años. El hombre circulaba por el camino de Valls cuando agentes detectaron el vehículo conducido de forma negligente. El joven conducía con una tasa de 0,67 mg/l, dos veces y pico más de lo que permite la ley.
