Dos informes y muchas preguntas aún sobre Iqoxe

Versiones diferentes. Los análisis del Institut Químic de Sarrià (IQS) y de DNV discrepan sobre el producto que originó la explosión y los motivos

12 noviembre 2020 19:20 | Actualizado a 09 enero 2021 19:31
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Mañana se cumplen diez meses desde la trágica explosión en la planta del polígono sur de la empresa Iqoxe que acabó con la vida de tres personas. Más de 300 días después del accidente de la fábrica situada en La Canonja, aún no está claro qué es lo que ocasionó la reacción violenta del reactor R3131 que envió una plancha de hierro de una tonelada de 1,22 metros de ancho, 1,65 de largo y tres centímetros de espesor hasta 2,6 kilómetros de distancia, acabando con la vida de un vecino de Torreforta que se encontraba en su domicilio.

Hasta la fecha han trascendido ya dos informes técnicos, que intentan reconstruir lo sucedido, así como sus causas. Uno, de la empresa nórdica DNV encargado por el Departament d’Empresa de la Generalitat de Catalunya; y otro del Institut Químic de Sarrià (ICS), impulsado por la propia compañía, al que ha tenido acceso el Diari. Analizando ambos trabajos, los dos informes coinciden en el hecho de que la causa fue la explosión del reactor, si bien discrepan en algunos puntos, por lo que todavía hoy existen muchas dudas y preguntas por resolver.

¿Qué fue lo que explotó?

Las dos investigaciones discrepan sobre cuál fue el material que estalló, provocando la explosión que resultó letal para los dos operadores de la Sala de Control y el vecino del barrio de Ponent. Así, según DNV, estalló la materia prima –el óxido de etileno–, mientras que el IQS considera que fue la descomposición del producto que se fabricaba –el MPG500– lo que originó el fuego.

Asimismo, ambos informes tampoco están de acuerdo en cuál fue la causa del desastre. Así, el documento encargado por el Govern considera que el óxido de etileno explotó por una disfunción en la presión del nitrógeno, lo que originó una «descomposición térmica del óxido de etileno por una formación de mezcla descomponible de óxido de etileno, junto a la creación de un punto caliente en el sistema de reactores». ¿Qué quiere decir esto? Básicamente, que por algún motivo se desequilibró el porcentaje de óxido de etileno y de nitrógeno en el depósito, creando «una formación de la mezcla descomponible de óxido de etileno», de forma que el óxido de etileno pasó a ser más del 50%, un hecho que junto a «la existencia de un punto caliente» provocó la reacción que originó el estallido, al superar los 450 grados.

Por su parte, el IQS considera que la explosión se debió a una «descomposición violenta» del MPG500, y descarta la opción del óxido de etileno. En este sentido, sorprende especialmente que en el informe del Institut Químic de Sarrià se reconozca el hecho de que «hasta la fecha se desconocía que este producto se pudiera descomponer», ya que «no hay ninguna cita bibliográfica que refleje dicho fenómeno», se indica en el informe. Asimismo, y pese a que en el documento se afirma que se ha tenido acceso a las cuatro cámaras internas de la planta, no se cita como una opción que hubiera o se apreciara incendio alguno antes de la explosión.

¿Qué provocó el estallido?

Estudiado qué es lo que estalló y el motivo, falta saber qué es lo que sucedió para que se dieran las condiciones para que se encendiera la mecha. A juicio de DNV, la incidencia en la presión del nitrógeno podría ser por «un fallo en el control de la presión del hidrógeno», o bien «una fuga externa» que «habría dejado ir una mezcla de nitrógeno y óxido de etileno, pero que sería reemplazada solo por óxido de etileno». Ello, junto a la existencia de un punto caliente producido por un incendio en la pared del reactor habría causado la explosión.

Por contra, el IQS achaca el accidente de hace diez meses a una incidencia grave en la refrigeración del producto fabricado. En el informe se reconoce que el reactor R3131 «está diseñado para trabajar al máximo de su velocidad de producción», un hecho que «puede generar algunos problemas de inestabilidad intrínseca que podrían llegar a contribuir a la concatenación de sucesos que provocó la explosión».

En el documento se indica que otro de los factores fue que la fabricación del día fue un 20% inferior a lo habitual, de forma que se pasó de las 25 toneladas a 20,5. Esto provocó que hubiera menos líquido, y que el eyector pequeño del reactor –situado en la parte superior– no pudiera tener contacto con el producto, lo que «originó un recalentamiento» que provocó «la descomposición» del MPG500, que explotó rápido.

Existen, pues, aún muchas dudas sobre el suceso del pasado 14 de enero. Este martes, el compareciente de Iqoxe en la Comissió d’Estudi del Parlament, Ferran Cabré, anunció que la empresa no usará más la tecnología empleada en la planta que explotó, que es de la empresa norteamericana HHT Services. Hasta la fecha, esta firma sigue en silencio. ¿No sería interesante contar con un tercer informe de esta compañía para despejar todas las incógnitas? Casi un año después siguen faltando demasiadas respuestas al mayor desastre de los últimos años.

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