La desembocadura del río Francolí termina dentro de las instalaciones del Port de Tarragona. En función del caudal que baje por el río y la arena que arrastre durante el recorrido, obliga a la Autoritat Portuària de Tarragona (APT) anualmente a dragar el tramo de desembocadura que se encuntra dentro del puerto y que puede dificultar la navegación.
Estos trabajos han empezado esta semana de octubre y se prevé que se prolonguen por espacio de un mes, señalan las mismas fuentes.
El objetivo es que el nivel de agua que quede en la desembocadura del río sea de una profundidad de 1,5 metros como mínimo y permita navegar sin dificultad por esta zona.