Los promotores no prevén que la adaptación de los garajes de las fincas privadas para vehículos eléctricos les suponga un problema relevante pero, en cambio, sí que piden al Estado que legisle de forma clara sobre «cómo se repercutirá» el incremento previsto en el consumo eléctrico, así como su distribución.
«Debe definirse si el aumento de la demanda se regulará como una necesidad o como un lujo, ya que al aumentarse la carga, el consumo subirá mucho» afirma el presidente de los Promotors del Tarragonès, Diego Reyes.
Reyes cree que «es clave regular la distribución de la electricidad, ya que deberá pedirse a la compañía una ampliación de la red o generar un nuevo punto de consumo». Por lo que se refiere a la futura adaptación de los parkings, Reyes no ve ni un problema ni un coste «excesivo».
Desde la Cambra de la Propietat Urbana, su presidente –Agustí Pujol– hace un llamamiento a «no generar una alarma social» ya que se trata de una directiva «que todavía se encuentra en un estado muy embrionario», ya que la regulación definitiva podría no producirse «hasta el 2025».
Pujol se muestra convencido, además, de que su aplicación «será progresiva» y que «se tendrá en cuenta el año de construcción del edificio». En Tarragona, el bloque de 75 viviendas que se está construyendo en la Vall de l’Arrabassada será el primero de la ciudad que contará con una plaza de párking adaptada para coche eléctrico para cada propietario.