ERC busca ahora sumar a la CUP al pacto con Nadal

ERC perfiló el gobierno con Junts en una decena de reuniones con los Comuns, que romperán con Ricomà si entran los postconvergentes

13 abril 2021 19:21 | Actualizado a 14 abril 2021 05:19
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Esquerra Republicana se siente fuerte. El aval del pasado lunes sin fisuras de la militancia republicana al pacto con Junts per Tarragona –pese a la oposición de En Comú Podem– ha despejado la pista de la negociación para el equipo del alcalde Pau Ricomà, que en las próximas semanas buscará sumar a la CUP para firmar antes de verano, conjuntamente con los Comuns, un ejecutivo «con más manos» y, de esta forma, dejar de ser «el gobierno más pequeño de la historia», precisamente, en el momento más complicado de la ciudad tras la recuperación de la democracia: con los efectos sociales y económicos de la pandemia aún muy presentes y sin POUM.  

 Sin embargo, la etapa no será llana para los del maillot amarillo, sino que cuenta con varios  repechos. Como mínimo, a corto plazo. El primero se produjo ayer, cuando En Comú Podem puso sobre la mesa la ruptura del pacto de gobierno firmado en 2019 para impulsar a Ricomà a la alcaldía en detrimento de Josep Fèlix Ballesteros (PSC). El motivo es el acuerdo al cual los republicanos han llegado con Junts por Tarragona para ampliar el gobierno municipal, y que los comunes rechazan.

En un comunicado, la formación señaló ayer que «la ampliación por la derecha no es una vía a seguir», a la vez que detallaron haber informado a ERC de que «esta vía supondría pasar a un gobierno sin ECP». En concreto, el pacto alcanzado con Junts establece que Dídac Nadal sumará Comerç a su presidencia de Espimsa, mientras que Cristina Guzman gestionará Serveis Socials y el IMSS –ahora en manos de Carla Aguilar (Comuns)–, y Elvira Vidal se encargará de Contractació y Parcs i Jardins. 

Varias reuniones a tres bandas
Las fuentes consultadas por el Diari recalcan que dicho acuerdo es fruto de «muchas reuniones y horas de trabajo» en las que la primera teniente de alcalde, Carla Aguilar (Comuns), «estuvo siempre presente y, de hecho, fue ella la que ofreció ceder Serveis Socials». Según ha podido contrastar este periódico, Esquerra y En Comú Podem abordan la posible entrada de Junts desde finales de 2019, cuando se negociaba «el primer presupuesto del cambio»: el de 2020. En ese momento, ambas partes acordaron que los Comuns convocarían a su asamblea para «proponer y defender» la entrada de las ediles de Junts Cristina Guzman y Elvira Vidal, ya que en ese momento Nadal ya presidía Espimsa. En esas conversaciones no se llegó a hablar de carteras. Sin embargo, apareció la Covid, pasaron los meses y dicho órgano no llegó a abordar la cuestión. «El gobierno municipal incumplió su compromiso con Junts», reconocen las fuentes consultadas. 

Meses después, la posibilidad de incorporar a los integrantes de la candidatura avalada por Puigdemont en las Municipales de 2019 volvió a ponerse sobre la mesa, coincidiendo con los movimientos liderados por Rubén Viñuales (entonces  portavoz de Cs) para intentar una moción de censura contra Ricomà, y que fue frenada por Junts. Fue en noviembre de 2020 cuando se reactivó la operación para sumar a más personas al gobierno que, desde junio de 2019, está formado solo por los siete ediles de ERC y los dos de En Comú Podem. Hasta enero, el órgano de coordinación formado por representantes del grupo municipal y de las dos formaciones se reunió un mínimo de «diez veces» para abordar la necesidad de intensificar de nuevo los contactos con los juntaires. De hecho, Xavier Puig (ERC), Carla Aguilar (ECP) y Dídac Nadal (Junts) se encontraron en varias ocasiones a solas para perfilar un acuerdo –ya con carteras– que «e cerró «de manera rápida», apuntan las fuentes consultadas, las cuales reconocen la voluntad conjunta de sumar también a la CUP, si bien se reconoce con las cupaires no se llegó al mismo nivel de detalle. «Esperamos lograrlo en las próximas semanas», indican. 

Frío silencio tras el 14F
La intensidad negociadora se paralizó a las puertas de las elecciones del 14 de febrero. «En Comú Podem solicitó ejecutar el acuerdo tras el 14F para no interferir en los comicios», indican las fuentes, las cuales revelan que fue una petición bien vista por las tres partes. Sin embargo, pasó la campaña, y la posterior resaca electoral, pero la frialdad y el silencio se apoderaron de los Comuns, que comunicó que las direcciones nacionales de Catalunya en Comú y Podem vetaban cualquier gobierno con Junts. «La ampliación unilateral de ERC con Junts sigue una lógica catalana que está paralizando el país», según denunció ayer el grupo municipal de En Comú Podem.  

¿Y ahora qué? Pese a la tormenta con el compañero de viaje de los dos últimos años, en Esquerra se quiere hacer valer «quien es el socio mayoritario» y apuestan por «tener palabra y cumplir los acuerdos que, conjuntamente con los Comuns, llegamos con terceros», en este caso Junts. El objetivo de Ricomà es formar un gobierno con 14 concejales con Comuns y la CUP antes de junio. ¿Misión imposible? 

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