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En «cuestión de semanas» el Ayuntamiento de Tarragona asegura que va a dar a conocer el proyecto para la recuperación del antiguo edificio del Banc d’Espanya. Es la propuesta que se está trabajando junto con los institutos de investigación y que va a presentarse a la convocatoria de los fondos europeos Feder.
La propuesta de la administración local contempla la rehabilitación del número 101 de la Rambla Nova, en el que «quiere construirse un escaparate del conocimiento científico que se genera en Tarragona y que está estrechamente ligado con el territorio, el patrimonio y la economía de la región».
En la redacción de la propuesta participa la administración local trabaja junto a la Universitat Rovira i Virgili (URV) y cuatro institutos de investigación del territorio. En concreto, se trata del Institut d’Investigació Química de Catalunya (ICIQ), el Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC), el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES) y el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) que asesoran al Consistorio en la «concepción del proyecto». En esta fase de gestación se trabaja tanto para dotar de contenido el equipamiento a través del diseño, como en la implementación de un programa de actividades de divulgación de la ciencia y de transferencia del conocimiento. Además se abordará tanto la ejecución como su explotación.
El equipo técnico que lidera el concejal Francesc Roca trabaja con la cuenta atrás en marcha. La convocatoria dirigida a las entidades locales del proyecto Feder se abrió el pasado 5 de septiembre y finaliza el 5 de diciembre. A partir de ahí, se abrirá un plazo máximo de seis meses para la resolución y notificación de las subvenciones. Según informa la concejalía responsable del proyecto, la tasa máxima de cofinanciación de la convocatoria es del 50%.
Este programa europeo es una de las últimas alternativas del Ayuntamiento para encontrar fondos públicos que ayuden a la rehabilitación de este inmueble. A principios de año se conocía que el Ministerio de Fomento no había aceptado incluirlo dentro del 1,5% cultural, lo que ponía en jaque la posibilidad de tirar adelante una inversión que se cuantificó en unos 3,5 millones de euros. Ahora se está trabajando de forma más exhaustiva esta propuesta, de acuerdo con las bases que establece la nueva convocatoria.
Paralelamente, la administración local asegura que está estudiando si va a buscarse una nueva propuesta para el jardín. Con su apertura esta primavera se estableció un food truck gestionado por una empresa privada en su interior. Semanas más tarde se daba de baja y lo asumía la Fundació Onada, que tampoco tuvo una continuidad. En ambos casos alegaron que no obtenían una rentabilidad económica.
«Cuando ha fracasado en dos ocasiones el problema es de la propuesta o del modelo, por lo que debemos reconsiderarlo de nuevo», afirmaba el Consistorio. Pese a ello, se esperará hasta conocerse si el proyecto obtiene la subvención para iniciar las obras de rehabilitación antes de dar un nuevo paso.
