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El Arzobispado de Tarragona niega que la casa en mal estado de la calle Les Escales d’Arbós, que fue desalojada el pasado viernes cuando se detectó que había riesgo de derrumbe, no es de su propiedad.
De esta forma, contradice al propietario de la vivienda adjunta, el número 5, quien aseguró que la casa en la que vivía un vecino que tuvo que ser desalojado era de la Iglesia. El vecino afirmó que hacía algunas semanas que había llamado al Arzobispado para informarle de que había una fuga de agua en el tejado.
El agua caía por la fachada, provocando humedades tanto en el número 7 como en el número 5, hasta que el pasado viernes por la tarde una vecina alertó de que le estaba bajando agua y se avisó a la Guàrdia Urbana.
La policía municipal acudió al lugar de los hechos y viendo el estado en el que se encontraba la vivienda decidieron llamar a Bombers de la Generalitat y al arquitecto municipal para que se desplazara hasta esta vivienda, ubicada a escasos metros del Ayuntamiento. Comprobaron que la fuga venía de un depósito de agua ubicado en el tejado y comprobaron que las vigas se encontraban en mal estado y que había riesgo de que pudieran ceder. Así que los agentes decidieron precintar el edificio para evitar el riesgo inminente de derrumbe.
En el interior del edificio se encontraba una persona mayor con asistencia respiratoria que fue atendida por los agentes y trasladada a Santa Tecla. Tras una revisión, el Ayuntamiento de Tarragona avanzó que esta persona sería realojada en un hotel del centro. Sin embargo, ayer la administración local no dio información sobre cuándo estaba previsto que esta persona pudiera volver a su casa.
Además en el inmueble residían otras cinco personas que habían ocupado de forma ilegal algunos de los pisos vacíos que había en el edificio. Los bomberos les acompañaron para recoger sus pertenencias con seguridad y estos aseguraron que se irían a casa de familiares.
Ayer por la mañana, a las 10 horas, una dotación de los bomberos se desplazó hasta el lugar de los hechos para comprobar el estado del edificio y que no se hubiera producido ningún desprendimiento desde el viernes.
