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Tarragona se divide ahora mismo entre los ciudadanos que están en contra de ceder el parqué del Palau d’Esports al pabellón de Girona y los que lo ven como un gesto de generosidad. El alcalde de la ciudad, Pau Ricomà, y el resto de miembros del gobierno municipal, pertenecen al segundo grupo. La concejal d’Esports, María José López, fue la encargada de salir a la palestra a defender la gestión de la Generalitat. «Creemos que es un acto de solidaridad. En caso contrario, nos hubiera gustado que actuasen igual», explica López. Cabe recordar que el equipamiento es todavía propiedad de la Generalitat y que ambos administraciones se encuentran inmersos en negociaciones para que el Palau sea de gestión municipal.
La polémica surgió ayer cuando se hizo público que el gobierno autonómico tenía previsto ceder el parqué del Palau d’Esports al pabellón de Fontajau de Girona, inservible después de los desperfectos provocados por la borrasca Gloria. El entarimado se utilizó durante la celebración de los Juegos, pero en septiembre de 2018 se quitó de manera definitiva. Hasta ahora, ha estado guardado en un almacén y no se le ha dado ningún uso.
«La Generalitat nos lo comentó y nos pareció bien la idea, ya que se trata de un hecho puntual a consecuencia del temporal», explicaba ayer López, quien añadía que «la única condición es que el entarimado vuelva a Tarragona antes del verano y en buenas condiciones. Esta operación no tendrá afectaciones en el estado de las negociaciones para que el Palau sea de la ciudad». Según ha podido saber el Diari, el parqué que necesita el pabellón de Fontajau no está en stock. Deber hacerse a medida y su fabricación se podría alargar unos tres meses.
Según la edil republicana, el parqué no es necesario por el momento en Tarragona. Tampoco para la celebración del Torneig Intercasteller que tendrá lugar el fin de semana del 14 y 15 de marzo en el Palau d’Esports.
«¡Gracias Tarragona!»
El alcalde de la ciudad, Pau Ricomà, también reaccionó ayer ante la polémica. Lo hizo a través de las redes sociales, en un tuit en el que se preguntaba «¿Por qué cabeza pasa que nos tengamos que negar?», y continuaba «La Tarragona que yo quiero no es insolidaria ni insensible». Por su parte, la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas –Junts per Catalunya–, compartía el escrito en su Twitter y también dedicaba unas palabras al edil tarraconense. «Esto nos permitirá que muchos niños y jóvenes de los clubes base y del deporte de elite femenino recuperen cierta normalidad mientras reparamos definitivamente los daños sufridos». Finalmente, Madrenas acababa su tuit con un «¡Gracias Tarragona!».
«Por un tiempo prudencial, sí»
Los clubes deportivos de la ciudad también se pronunciaron tras conocer la noticia. Por su parte, el presidente del CBT, Jacint Rodríguez, entendía que se dejase el parqué, ya que «actualmente, nadie lo utiliza y para que esté en un almacén, es mejor que se resuelvan situaciones de crisis en otras ciudades», decía Rodríguez, quien añadía que «lo único que pedimos es que esta cesión no interfiera en las negociaciones entre Generalitat y Ayuntamiento para que la gestión del Palau sea municipal». El presidente del CBT destacaba que es importante que las negociaciones se desencallen ya. «Si el equipamiento ya fuera de la ciudad, esto no hubiera pasado», añade. En esta misma línea, el presidente del Club Voleibol Sant Pere i Sant Pau, está de acuerdo con dejar el entarimado a Girona, pero alerta de que «sea por un tiempo prudencial. Que un préstamo no se convierta en algo definitivo».
