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La inversión en la recuperación del patrimonio se mantendrá en el escenario post Covid-19. Si hace unos días se daba el orden de que podían recuperarse las obras en el Amfiteatre, el siguiente paso es la muralla. Y, en este sentido, el Ayuntamiento de Tarragona se pone en marcha la maquinaria para iniciar los trabajos de restauración del tramo final de la Baixada del Roser.
La intervención forma parte del compromiso que la Direcció General de Patrimoni Històric y la administración local firmaron el 19 de diciembre del año pasado. Ambas partes acordaron inyectar una partida de 684.000 euros, a dividir en el 50% para cada una de las partes, para la rehabilitación y recuperación de esta fortificación. Ahora, el Ayuntamiento avanza una parte de su compromiso. De forma que en el plenario de este viernes se votará un modificativo de crédito para arrancar con la primera fase del proyecto. Durante esta fase informativa, todos los partidos votaron a favor, excepto una abstención.
La cuestión se planteó en la Comissió d’Hisenda del Ayuntamiento y ayer se daban los detalles en la de Presidència. En este marco se planteó la voluntad de poner en marcha esta actuación, de acuerdo con el Pla Director de la muralla. La intervención en cuestión afectará al tramo más próximo al Portal del Roser. Un ámbito que, de acuerdo con un estudio de la Generalitat, presenta «riesgo de colapso».
«El principal objetivo será conservar el trozo y acceder al paso de ronda desde la Baixada del Roser», afirmaba el concejal de Patrimoni, Hermán Pinedo. El proyecto está sujeto al 1% Cultural.
Por su parte, la Generalitat ya hizo su parte de los deberes y en los presupuestos que aprobó a finales de marzo ya se incluía una partida de 207.000 para la muralla de Tarragona.
Pinedo se mostraba satisfecho de que la inversión siga adelante. «Recuperamos un proyecto que por diferentes cuestiones se paralizaron los procesos y ahora los ponemos en marcha de nuevo». Por el momento, el Ayuntamiento no se aventura en dar a conocer un calendario para el inicio de las obras. La directora general de Patrimoni, Elsa Ibar, apuntó en su momento que los estudios estaban redactados por parte de Incasòl y que estaban pendientes de licitación. Pese a ello, la administración local se muestra prudente y sitúa el inicio de las obras de cara al año que viene. «Ahora mismo lo más importante es salir del estado de alarma y a partir de ahí que los procesos no se paren para poder comenzar cuanto antes», añadía Pinedo.
La muralla resultó uno de los monumentos más beneficiados en este acuerdo entre el Consistorio y la Generalitat. Ambas partes se comprometían, por primera vez, en crear unos fondos en los que cada administración aportaría 100.000 euros anuales para actuaciones de conservación preventiva y mantenimiento. El acuerdo afecta al periodo entre 2020 y 2023, con la posibilidad de alcanzar una prórroga para otros dos años.
A través de un comunicado de prensa, la Candidatura de Unitat Popular instaba al Ayuntamiento a convocar de forma «más regular» la Comissió d’Informació i Seguiment de Presidència. «Sería un gesto de transparencia que permitiría estar al día en lo que se refiere a los proyectos culturales y patrimoniales de la ciudad». La formación anticapitalista solicitaba también que se active «cuanto antes» la Taula de Gestió del Patrimoni.
