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Ha pasado más de medio año desde que el Ayuntamiento presentara la petición para que la obra del Mercat Central pueda acogerse a las inversiones estatales del 1% Cultural e 2015 y, a día de hoy, el Gobierno Central aún no ha decidido si la reforma del equipamiento comercial contará con esta subvención.
Así lo confirmaron ayer al Diari fuentes de la administración central, las cuales aseguraron a este periódico que los técnicos del ejecutivo aún «están analizando» el proyecto presentado por parte del Consistorio tarraconense. «Es una cuestión interdepartamental y aún no se ha resuelto», remarcaron las fuentes consultadas.
La corporación municipal presentó la solicitud para acogerse a estas ayudas el pasado mes de diciembre. Se trata de la última opción que Madrid puso sobre la mesa para que el proyecto pueda ser financiado con dinero de la administración central, que hasta el momento sólo ha pagado 0,5 de los ocho millones que, en 2011, el Gobierno se comprometió a sufragar al inicio de las obras, en marzo de 2011.
Difícil lograr el 1%
Pese a la dificultad por tener una respuesta a la petición municipal, lo cierto es que, analizando las bases, parece difícil que la aportación del Estado a las obras del Mercat pueda llegar por esa vía. Existen dos puntos claramente conflictivos. El primero y más claro es que las citadas bases, aprobadas por Orden Ministerial el pasado 30 de septiembre, no permiten subvencionar a través del 1% cultural obras ya en curso, sino que deben ser proyectos aún por iniciarse. El artículo 10, que enumera las llamadas «partidas no financiables», en su apartado ‘m’ cita a las «obras adjudicadas o que estuvieran en ejecución con anterioridad a la presentación de la solicitud», definición en la que es obvio que queda incluida la remodelación del Mercat Central.
El problema no es sólo ése. Resulta que ese concepto amplio de «patrimonio cultural español» que establece la Ley de Patrimonio Histórico queda mucho más concretado en las bases de la convocatoria, que fijan que «los bienes sobre los que se realicen las actuaciones deberán estar declarados Bienes de Interés Cultural». Se trata de una catalogación que se concede a nivel estatal y que ostentan una treintena de edificios de la ciudad de Tarragona. El Mercat Central, que sí está catalogado a nivel local como BCIL (Bé Cultural d’Interès Local), no figura en cambio en esa lista de Bienes de Interés Cultural.
Traslado a finales de año
Pese a que desde el Consistorio se rechazó la posibilidad de valorar públicamente la situación, fuentes municipales lamentaron ayer el retraso en la respuesta estatal, a la vez que remarcaron que la reforma del edificio modernista «ya se encuentra en la fase final», a la vez que las negociaciones con los paradistas «siguen el trámite».
Las previsiones municipales son que la obra civil finalice este verano y que el traslado de los paradistas pueda iniciarse por Santa Tecla. En este sentido, el nuevo equipamiento podría ser inaugurado antes de acabar este año. Las fuentes consultadas aseguraron asimismo que cuando el nuevo edificio entre en funcionamiento inicialmente podría hacerlo sólo con los vendedores de los pequeños comercios, mientras que los negocios de la planta comercial y la mediana superficie podrían iniciar su actividad con posterioridad, una vez se haya completado la licitación pública para las adjudicaciones de estos puntos de venta.
