El Ayuntamiento de TGN contacta con hoteleros para que se queden con Ca l’Ardiaca

El nuevo gobierno ha iniciado los trámites para la venta forzosa que se prevé que acabe con una subasta de cara a otoño

06 agosto 2019 08:00 | Actualizado a 06 agosto 2019 08:25
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El proceso para la venta forzosa del antiguo palacete de Ca l’Ardiaca está en marcha. Se reinició a finales del mes de marzo y podría culminar el próximo otoño. Al menos, éste es el calendario con el que trabaja el Ayuntamiento de Tarragona, quien avanza que «consiste en obligar a la empresa propietaria a venderse el inmueble». En el caso de que no haya un acuerdo, en el tercer trimestre de este año debe llevarse a cabo la subasta del edificio, para que la nueva propiedad se haga cargo de su rehabilitación.

Si finalmente no sale un comprador interesado en el inmueble, ubicado en el Pla de la Seu, al Consistorio tan solo le quedaría la opción de la expropiación forzosa. Y esto, para un Ayuntamiento como el de Tarragona, con una larga lista de edificios con un valor patrimonial que necesitan una inversión urgente, supondría un nuevo quebradero de cabeza. Así es que quiere evitarse de todas formas que al final no haya ningún comprador interesado en un inmueble con una ubicación privilegiada. Para ello, el equipo de Gobierno asegura que «el Ayuntamiento está haciendo gestiones para facilitar y promover el interés de posibles compradores».

El perfil que se busca es el de interesados en «invertir en uno de los espacios más singulares, icónicos y visitados de Tarragona». En concreto, se está pensando en alguna empresa del sector turístico, que podría sacar provecho de un edificio como este, situado puerta con puerta con la Catedral.

Con el sector turístico

«Iniciaremos conversaciones con algunos hoteles con encanto patrimonial a los que creemos que les podría interesar», aseguran desde el Àrea de Territori, que dirige Xavier Puig.

Desde el Consistorio se busca darle una alternativa, de acuerdo con el proyecto que se presentó en un primer momento y que debía hacer de Ca l’Ardiaca el primer hotel de cinco estrellas de la ciudad. No obstante, desde que se presentó aquel primer proyecto, en el año 2008, los promotores y la administración entraban en una especie de laberinto en el que once años más tarde siguen dando vueltas y no han sabido salir.

En un primer momento fue el Ayuntamiento y la Generalitat los que retrasaron el inicio de los trabajos. La administración solicitó nueva información y más concreción para conservar los elementos patrimoniales que esconden los andamios del Pla de la Seu. Además, se exigió conocer los restos arqueológicos que hay en el subsuelo y que ahora mismo siguen siendo una incógnita. Ya a finales de 2013, tras unos cuantos años en los que la crisis del ladrillo dejó una nueva realidad, el Grupo Artal fue dilatando su nivel de compromiso. Pese a ello, en diciembre de 2014 presentó el proyecto básico para la rehabilitación del inmueble.

Viendo una falta de «interés» desde la promotora, el Ayuntamiento comenzó a presionar con la expropiación de Ca l’Ardiaca. En junio de 2015 se daba un «ultimátum», pero la empresa zaragozana siempre había dado un pequeño paso en el último momento que acababa frenando cualquier intento. También pasó cuando ya se habían iniciado los trámites para la subasta en abril del año pasado. Cuatro meses más tarde, la empresa presentó el proyecto para la excavación del subsuelo y se suspendió este proceso. Fue una nueva falsa alarma.

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