El Ayuntamiento ha sancionado a 14 bares por incumplir con la terraza

La campaña impulsada por la Urbana en verano ha evidenciado que la Plaça del Fòrum es uno de los puntos más conflictivos 

17 septiembre 2017 11:53 | Actualizado a 09 noviembre 2017 10:08
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Hay bares que siguen sin cumplir la normativa que regula la utilización del espacio público. A pesar de la campaña informativa de este verano, la Guàrdia Urbana de Tarragona sancionó a catorce establecimientos en el mes y medio que duraron las inspecciones de los agentes. La administración local valora que la comunicación que se hizo antes de endurecer los controles y empezar a multar fue «clave» para «reconducir» los excesos de ocupación por parte de algunos propietarios. Y es que tan solo se denunciaron cuatro casos en los que había más mesas y sillas de lo permitido.

En cambio, se ha detectado un elevado nivel de infracciones por incumplimientos en la licencia. Por este motivo se han puesto hasta ocho multas, de las cuales la mitad ha sido a bares de la Plaça del Fòrum. Precisamente la campaña ha evidenciado que este es uno de los puntos más conflictivos de la ciudad. «Hemos visto que el tema de las terrazas no tan solo es un problema de la Part Alta, ya que también hay dos infracciones en la Rambla Nova y seis en los barrios, pero si hay un punto especialmente crítico éste es la Plaça del Fòrum», valora la concejal de Seguretat Ciutadana, Begoña Floria

En este reducido emplazamiento hay hasta dieciocho locales con licencia de bar y restauración y en este periodo se han detectado un total de cinco infracciones.  Una cifra muy superior a otro de los puntos que siempre se mira con lupa, como es la Plaça de la Font, con 25 establecimientos y con  solo una sanción por incumplimiento del horario permitido.

La presencia de restos romanos, el mercadillo de la fruta y la verdura que se celebra todos los miércoles y sábados y la elevada presencia de turistas obligarán a repensar la utilización del suelo público en la Plaça del Fòrum. «Es un espacio en el que se han abierto muchos establecimientos y los locales son muy pequeños, lo que hace que sea una plaza especialmente compleja», argumenta la edil socialista. Además ha coincidido que algunos de estos locales han abierto poco antes de que entrara en vigor la normativa que impide la concesión de nuevas licencias de actividad en la Part Alta, y por tanto los propietarios se han encontrado con un vacío legal en el momento de poner la terraza. A lo largo de este verano esto ha generado malestar entre algunos de los restauradores, que han visto que no podían poner una terraza, mientras denunciaron que los que sí la tenían incumplían en cuanto al espacio que les habían asignado.

Esta será, sin lugar a dudas, una de les cuestiones que deberá resolverse cuando finalmente se levante la prohibición vigente. Inicialmente estaba previsto que fuera en diciembre, a pesar de que podría ser antes y pase por el plenario de octubre o noviembre. 

Un estudio exhaustivo
 

Floria apunta que «a partir del análisis que tenemos, requerirá un mejor estudio». Un aspecto que deberá tener en cuenta el departamento de Espais Públics, en el trabajo que se está realizando. La nueva regulación también deberá tener en consideración el uso que se permite del muro que queda en el extremo derecho de la plaza. A pesar de que se concibió como un banco público, en el que podían sentarse los viandantes, éste ha pasado a formar parte del mobiliario de las terrazas de este costado de la plaza, que lo utilizan para que puedan sentarse sus clientes. En reiteradas ocasiones los vecinos lo han denunciado y, a pesar de que el Consistorio asegura que «no puede utilizarse para las terrazas», algunos locales lo siguen haciendo sin que de momento se les haya multado.

La valoración que hace Begoña Floria es «positiva». «La evolución ha sido buena y hemos constatado que ha habido un elevado cumplimiento de la normativa este verano», argumenta. Destaca que la campaña se programó en tres fases, de forma que a finales de julio se repartió un escrito informativo con las condiciones establecidas en la normativa que regula los aspectos relacionados con el ámbito de las terrazas. Y posteriormente ya se procedió con la fase de corrección de las infracciones y de comprobación. En esta tercera etapa solo se detectó una irregularidad. «El objetivo no era multar, sino concienciar y que haya un respeto en la utilización del espacio público de acuerdo con las autorizaciones».

Cuando el verano ya está a punto de acabarse, está previsto que se rebaje esta campaña intensiva y se recuperen «los dispositivos habituales». «Debemos confiar en que se mantenga y que hagan lo que corresponde. Y a partir de aquí ya veremos la evolución», concluye la concejal responsable de la Guàrdia Urbana.

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