El Ayuntamiento quiere un hotel en Ten Brinke

Una de las aportaciones que se ha hecho, a instancias del sector comercial, es que en la nueva zona de compras haya un hotel, que estaría conectado con el Anillo Mediterráneo

30 noviembre 2019 09:50 | Actualizado a 30 noviembre 2019 10:35
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Desde la discreción y a partir de las conversaciones con el sector comercial, el Ayuntamiento de Tarragona está trabajando con la firma holandesa Ten Brinke de cara a preparar su futura implantación en la ciudad. Así lo confirmaba el concejal de Territori, Xavier Puig, quien destacaba que la «disposición de diálogo» y la «voluntad de acuerdo» que ha habido durante estos meses ha sido «muy alta».

Desde que a inicios del mes de agosto el Consistorio asumiera que debía «heredar» el proyecto si no quería pagar una suma «millonaria» por el avanzado estado de su tramitación, el edil responsable de Territori se ha reunido en dos ocasiones con la compañía. Asimismo, ha hablado en «dos ó tres» ocasiones vía telefónica y también ha habido contacto a nivel técnico para ir perfilando un proyecto, que es el que finalmente sustituirá a Ikea en los terrenos ubicados entre la T-11 y el Anillo Mediterráneo.

Desde el Consistorio se ha trabajado en paralelo con el sector comercial para escuchar sus demandas e inquietudes. A partir de estas sesiones, la administración local ha hecho llegar un conjunto de propuestas que ahora deberá ver si quedan recogidas en el proyecto que finalmente la firma presentará al Ayuntamiento. La empresa, que compitió con Bogaris por hacerse con los terrenos, tiene ganas de tirar adelante esta inversión. Y, según Puig, «en las próximas semanas vendrán a vernos», de forma que calcula que «en cuestión de pocos meses tendremos una respuesta concreta».

El edil republicano se muestra sigiloso en el momento de hablar sobre aquellos aspectos relacionados con el contenido del proyecto. Asegura que «estamos en fase de acuerdo y podemos hacer cosas de forma conjunta». Una de las propuestas que ha sugerido el gobierno, a raíz de las conversaciones con el sector comercial, es que en la nueva superficie pueda construirse un hotel. Ahora mismo, ésta es una opción que «está encima de la mesa» y que Ten Brinke está estudiando. «Es una cuestión que salió en las conversaciones con el comercio, la ciudad tiene necesidad de más plazas hoteleras y compartimos que éste es un espacio en el que podría tener una idoneidad», afirma el concejal.

La ubicación de la futura urbanización, junto a las instalaciones del Anillo Mediterráneo, hacen que esta posibilidad pueda resultar atractiva para la compañía. Tarragona no cuenta con las suficientes plazas hoteleras para acoger grandes eventos deportivos. Si quiere potenciarse la utilización de los equipamientos de los Juegos, ya sea a través del turismo deportivo o organizando competiciones de alto nivel, los participantes se ven obligados a alojarse en los hoteles de la Costa Daurada. De forma que un establecimiento en este espacio podría crear unas sinergias que podrían beneficiar al conjunto del entorno. Un aspecto que corrobora el concejal de Territori, quien considera que «sería interesante para la ciudad y contribuiría en el interés del proyecto».

La administración local ha introducido otros aspectos para que puedan incluirse en el proyecto. En primer lugar se ha insistido en el que hay la voluntad de que Ten Brinke sea un polo de atracción del Camp de Tarragona. «Si tiene capacidad de llevar a gente de todo el territorio, por su ubicación geoestratégica, es el buen camino», decía Puig. Actualmente esta zona, tan solo con Les Gavarres, arrastra a gente de toda la demarcación e incluso de Lleida. Está enclavado en un nudo de comunicaciones con la A-7, la T-11, la AP-7 y la proximidad del enlace con la A-27. Es un factor que valoró la compañía en el momento de presentar su oferta para los terrenos y que quiere aprovecharse.

Asimismo, se ha pedido a la firma que tome medidas de responsabilidad social corporativa y que su llegada tenga un impacto en el mercado de trabajo de la ciudad. En este sentido, se pretende que, tanto en el momento de la construcción como cuando abra sus puertas, Ten Brinke «genere una actividad y unos puestos de empleo, que tenga una incidencia en la reducción de la lista del paro en Tarragona». En esta misma línea, el Ayuntamiento asegura que será «un elemento de primer nivel» el hecho que la compañía emprenda acciones de conciliación familiar para los trabajadores y de carácter social.

Sostenibilidad

Hay un tercer elemento que para el Ayuntamiento es clave y éste es que la empresa tome medidas de sostenibilidad en el proyecto. «Queremos que sea un espacio que tenga una buena convivencia con la movilidad sostenible y los vehículos eléctricos», decía el responsable municipal en materia de urbanismo.

En estas conversaciones con el Ayuntamiento, de momento la compañía no ha presentado un dibujo sobre cómo prevé que sea el nuevo centro. Los diseños mostrados son los de otros centros similares que gestionan en otras ciudades, como el que se puso en marcha hace un año en La Puerta de Algete, en Madrid. Se trata de un espacio al aire libre, parecido a Les Gavarres y no, por ejemplo, a Parc Central. No obstante, la forma de trabajar esta sociedad es unificando arquitectónicamente los diferentes espacios y con una coherencia arquitectónica. Así, se prevé que no sea un espacio con naves poligonales, cada una de forma independiente, sino con una línea de continuidad entre las diversas zonas

Ten Brinke fue la propuesta que seleccionaron los propietarios de los terrenos, los cuales percibirán la suma de 14 millones por la finca que es uno de los últimos grandes espacios comerciales de la ciudad.

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