El CAP de La Canonja no abre por falta de muebles

La Canonja se manifestó para pedir a la Generalitat que inaugure el ambulatorio, listo desde hace ocho meses. La administración asegura no tener dinero para comprar los muebles

29 noviembre 2018 07:51 | Actualizado a 30 noviembre 2018 13:29
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Ocho meses han pasado ya desde que acabaron las obras del nuevo CAP La Canonja. Pero todavía no ha entrado en funcionamiento porque la Generalitat asegura no tener dinero para comprar los muebles. Es por esto que, ayer por la tarde, los vecinos de este municipio dijeron basta a esta situación. Ya están cansados de esperar. Salieron a la calle para protestar, con el alcalde Roc Muñoz encabezando la manifestación. «Si conviene, abriremos el ambulatorio a cabezazos. No nos cansaremos de pedir lo que es de justicia», decía, indignado, Pere Quesada, un vecino de La Canonja. 

El municipio, de cerca de seis mil habitantes, cuenta, desde hace unos 40 años, con un pequeño consultorio situado en la avenida Manuel Carrasco i Formiguera. No es suficiente. No hay servicio de urgencias, y en las tardes de verano y los fines de semana tampoco hay actividad. Esto significa que algunos vecinos deben desplazarse hasta Bonavista para ser atendidos. Además, algunos vecinos aseguran que el consultorio está en estado precario. «Los días de lluvia tenemos que esperarnos fuera. Está lleno de goteras», explicaba Lucía Cerdán, participante en la marcha.

Después de años y años de dura reivindicación, los vecinos consiguieron que la Generalitat construyera un CAP en un terreno cedido por el Ayuntamiento. Hace ocho meses terminaron las obras, pero todavía no se han abierto sus puertas. El alcalde de La Canonja, Roc Muñoz, aseguraba ayer que la Generalitat les ha comunicado que no pueden abrir el ambulatorio porque no hay dinero para los muebles. «Hablamos de unos 50.000 euros, aproximadamente», decía Muñoz. El Ayuntamiento se ha ofrecido para adelantar el dinero. «Nos contestaron que si era a fondo perdido podríamos abrir mañana mismo, pero si nos lo tenían que devolver, no podía ser», explicaba el alcalde, quien añadía que «no puede ser que nos tomen el pelo. Nosotros queremos ayudar, siempre que nos devuelvan el dinero en dos, tres o cuatro años. En cómodos plazos».

Hace tres meses que Generalitat y Ayuntamiento están en conversaciones, y no avanzan. El nuevo CAP cuenta con unas instalaciones modernas e innovadoras, pero faltan las mesas de los despachos y las sillas de las salas de espera, entre otros. 

«No nos lo merecemos»
Antes de la hora prevista, más de 300 vecinos de La Canonja ya se congregaban delante del actual consultorio. Se notaba que tenían ganas de hacer oír su protesta. Una enorme pancarta con el mensaje «Volem el CAP ja» encabezaba la manifestación, que tenía como destino el nuevo ambulatorio y que fue convocada por parte de los vecinos. Algunos de los gritos y carteles reivindicativos eran «En cap cap hi cap que no obrin el CAP» o «Queremos nuestro CAP». Las protestas no cesaron durante todo el recorrido. Pequeños, grandes y medianos. Nadie faltaba en la marcha más multitudinaria que el pueblo recuerda.  
Al llegar delante del nuevo ambulatorio, se vivió el momento álgido de la jornada.

El alcalde de La Canonja, sin pensárselo dos veces, cogió el megáfono y empezó el discurso. «No nos lo merecemos. Nos dicen que no tienen dinero para los muebles», decía Muñoz, quien hizo reaccionar a un vecino al grito de «para lo que quieren sí que tienen». El alcalde seguía su exposición asegurando que «les dijimos que no se preocuparan, que ya adelantaríamos el dinero nosotros –aplausos–. Y los muy cachondos nos contestan que si es a fondo perdido podemos abrir mañana mismo». Muñoz acabó diciendo que «tenemos que seguir luchando para conseguir abrir el CAP. Queremos que la Generalitat sepa que estamos enfadados y molestos, y que ya no aguantamos más».

Maria y Glòria, vecinas del municipio, pedían ayer soluciones. «Es un edificio muy bonito, pero a este paso, hasta el árbol que hay en su interior se morirá de sed», explicaba Maria, quien añadía que «el ambulatorio se hará viejo antes de estrenarlo». Glòria reivindicaba más servicios. «Nos dijeron que con el nuevo CAP tendríamos otras consultas, pero no tiene pinta», preveía Glòria. Actualmente, el consultorio de La Canonja cuenta con tres médicos de familia y un pediatra. Insuficiente para algunos vecinos. Además, estos facultativos pertenecen al CAP Bonavista-La Canonja–ubicado en Bonavista–, lo que significa que los días festivos o los fines de semana, en el municipio no hay médicos. Fuensanta Filguera aseguraba, durante la manifestación, que estaba enfadada. «Ya soy mayor y me veo obligada a desplazarme hasta Bonavista para que me atiendan. Es de justicia que abran el CAP de La Canonja», decía. 

El alcalde recomendó a los presentes que, una vez puesto en marcha el nuevo ambulatorio, «ya lucharemos para que lo doten de más recursos humanos».

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