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La provincia de Tarragona cumple hoy dos meses desde la primera víctima mortal oficial por coronavirus. El lunes 16 de marzo fallecía en una cama del Pius Hospital de Valls una mujer de 88 años vecina de Montblanc. Tres días más tarde, Salut confirmó el deceso de un vecino de Terres de l’Ebre. Fue el primer caso de la Regió Sanitària del sur de Catalunya.
Los dos fallecidos estrenaban la columna de víctimas mortales por coronavirus, que hasta entonces sólo se hablaba de contagios. Los primeros confirmados en Torredembarra, Salou, El Vendrell, Calafell, Tortosa, Amposta… y luego, como si una mancha de aceite se tratara, se expandía todavía hoy por toda la demarcación.
Dos meses después, la provincia de Tarragona tiene un total de 410 fallecidos y 2.215 contagiados acumulados (datos hasta este viernes 15 de mayo). La media diaria pone los pelos de punta: casi 7 personas muertas y 36,5 contagios por jornada.
Las cifras, a primera vista, son para echarse a temblar y lo cierto es que algunos días de estas semanas pasadas el pesimismo imperaba con el número de fallecidos y contagios registrados en la demarcación.
Pero la lectura fría de los datos acumulados en estos 60 días de la primera muerte debe hacerse en el marco geográfico de las dos regiones sanitarias que cohabitan en las 10 comarcas de Tarragona (con la excepción de 8 municipios que lindan con comarcas barcelonesas), y que evolucionan a dos velocidades muy distintas.
En esta separación ficticia de la provincia, la afectación del virus es muy desigual en las seis comarcas del Camp de Tarragona (Tarragonès, Baix Camp, Baix Penedès, Alt Camp, Conca de Barberà y El Priorat) que en las cuatro de Terres de l’Ebre (Baix Ebre, Montsià, Ribera d’Ebre y Terra Alta). Los datos acumulados de este viernes dicen que 1.984 pacientes del Camp de Tarragona han tenido o tienen el coronavirus tras pasar el test que acredita ser portador del SRAS-CoV-2, nombre científico del virus. En Terres de l’Ebre, 231: el 10% del total de la provincia.
En el número de decesos, las comparaciones también demuestran la incidencia desigual de la enfermedad en las regiones sanitarias tarraconenses. En el Camp, 368 fallecidos. En Terres, 42. La proporción es la misma, un 10% de víctimas mortales están en las comarcas del sur y el resto en la zona más poblada, el Camp de Tarragona.
Precisamente, uno de los factores que confirma esta desigualdad en el ritmo de afectación de la enfermedad se encuentra en la densidad de la población y su reparto por la provincia. 8 de las 10 grandes ciudades están en las comarcas del norte y solo Tortosa y Amposta representan a Terres de l’Ebre, y no precisamente en puestos destacados.
Este factor de contagio entre una población más masificada en el norte de la provincia refleja que dos meses y pico después del decreto del estado de emergencia sanitaria, los datos de la pandemia en el Camp de Tarragona no son muy esperanzadores, todo lo contrario en Terres.
A título de ejemplo, estos cuatro primeros días de la semana ha habido 1132 contagios, 8 en Terres de l’Ebre, 124 en Camp. Y en muertes, Ebre no contabiliza ninguna víctima desde el pasado 29 de abril, donde sumó los últimos tres decesos. Por el contrario, en Camp esta semana han sido 10 fallecidos.
La tragedia en las residencias
Uno de los segmentos de población más vulnerables al Covid-19 son las personas mayores. Las residencias tarraconenses han sido uno de los puntos negros de la pandemia y con datos del jueves 107 personas han fallecido, 100 en geriátricos del Camp y 7 en Ebre. Las cifras señalan que una cuarta parte de los fallecidos totales en la provincia son personas que vivían en estas residencias. Pero que el grueso 100 de 107 decesos estaban en centros del Camp de Tarragona.
El peor día, el 16 de abril
En estos dos meses analizados, los peores días en cuanto a número de fallecidos registrados en la provincia han sido el 16 de abril (21 muertos), 21 de abril (20 víctimas), 15 de abril (19) y 3 de abril (18).
Aquellos días vinieron precedidos de un inicio de abril demoledor en cuanto a contagios nuevos se refiere. Las personas infectadas desde la tercera semana de marzo y los primeros días de abril subieron exponencialmente llegando a más de 70 y 80 casos diarios. Estos pacientes, muchos de ellos ingresaron en las UCI de los hospitales terminaron falleciendo en los días siguientes, registrando un elevado número de muertos que hasta enotnces no se había desmarchado.
Del 21 de abril hasta el jueves, los decesos han ido aumentando el cómputo global hasta los 410, pero no con las cifras abultadas de que aquellos días. Sin embargo, a pesar de la desaceleración de fallecimientos por coronavirus, solo en Terres de l’Ebre han logrado cortar la sangría desde el 29 de abril. En Camp de Tarragona sólo el primer fin de semana de mayo no hubo decesos registrados. Desde entonces alguien ha perdido la vida por la Covid-19.
