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La sede electoral del PSC en Tarragona, en la calle Ramon y Cajal de Tarragona, no es lugar para fiestas ni guateques. Y hoy no ha sido una excepción. Sólo una veintena de militantes y simpatizantes acudieron a seguir los comicios electorales
Rosa Maria Ibarra, la cabeza de lista socialista de estos comicios, ha salido hace pocos minutos para hacer las primeras declaraciones con todo el pescado vendido, si bien el escrutinio final aún no está terminado (aunque le quedan los últimos coletazos).
Ibarra y Carles Castillo estarán en el nuevo Parlament. Lo harán con los papeles cambiados. Las mujeres delante y los hombres detrás. Pero al fin y al cabo el PSC ha salvado una representación que ante tanta polaridad de ideas desgastaba a las formaciones que pretendían nadar entre dos aguas o transmitir un mensaje de alternativa.
Rosa Maria Ibarra ha explicado que esperaban mejores resultados. No se esconde ni se engaña la diputada socialista, pero también recuerda que han sido unas elecciones de frentes y no de puentes como los que ofrecía el PSC para cicatrizar la herida del 1-O.
La sede socialista de Tarragona ha reunido a una veintena de personas, la mayoría viejos conocidos: Josep Fèlix Ballesteros, Pau Pérez, Begoña Floría... y un invitado especial, el alcalde de alcala de Henares, Javier Rodríguez Palacios, que ha venido a Catalunya a seguir la jornada electoral desde primera línea del frente.
