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Pese a que en el pasado mandato fue el gobierno liderado por Josep Fèlix Ballesteros (PSC) el que suprimió el concejal de barrio, ahora el principal partido del Saló de Plens da un giro de 180 grados y apuesta por recuperar esta figura «mientras no entren en funcionamiento los Consells de Districte».
Así de clara se muestra la portavoz socialista, Sandra Ramos, quien afirma que la videovigilancia «es un buen sistema que ya habíamos previsto», pero enfatiza que la prioridad es «adjudicar las nuevas plazas de la Guàrdia Urbana». Según Ramos, esto «facilitará que se active de la policía de proximidad», lo que derivará en un mayor vínculo con la ciudadanía mediante los Consells de Districte, lo cual no cree que «sea fácil ponerlos en funcionamiento».
Por su parte, Rubén Viñuales (Cs) considera que «una ciudad como Tarragona –de 15 kilómetros de largo por cinco y medio de ancho– es difícil de controlar, por lo que los sistemas de videovigilancia son una herramienta preventiva y disuasoria muy útil», por ejemplo, «en los vertederos ilegales o en zonas de conflictividad». Además, a juicio del líder naranja, «pueden ayudar a la resolución de los procedimientos judiciales».
«Un complemento»
Dídac Nadal, portavoz de Junts per Tarragona, considera que las cámaras que se instalarán «deben ser un complemento para la policía de barrio», y enfatiza que éstas «deben situarse en las entradas de las urbanizaciones de Llevant, tal y como han reclamado los vecinos en numerosas ocasiones».
Desde el PP, su portavoz –José Luis Martín– indica que la instalación de las cámaras «nos parece muy positiva», pero «no debemos olvidar que la presencia de cámaras traslada el problema de lugar». Por ello, el edil conservador afirma que «se debería apostar también por una mayor dotación de agentes, ya que es la medida más efectiva y que da más seguridad a los vecinos».
Finalmente, la única voz discordante con la videovigilancia es Eva Miguel (CUP). «Se ha demostrado que las cámaras no funcionan, lo que se debe hacer es acabar con los puntos oscuros de la ciudad y revitalizar todas estas zonas que ahora están estigmatizadas para darles más vida», remarca la cupaire.
