El Parc Central, en Tarragona, reabre tras dos meses cerrado

El centro comercial ha vuelto a abrir al publico con un 30% de aforo y, tan solo, de lunes a viernes

01 marzo 2021 10:21 | Actualizado a 01 marzo 2021 11:45
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El Parc Central de Tarragona ha reabierto este lunes sus puertas después de prácticamente dos meses a causa de las restricciones por la pandemia. Es la quinta reapertura desde que empezó la covid-19.

Pocos minutos después de las nueve de la mañana los clientes han podido volver a las instalaciones y ya desde primera hora se han formado colas en algunas tiendas, que tienen el aforo limitado al 30%.

El gerente del Parc Central, Miguel Ángel González, ha celebrado el hecho de poder reiniciar la actividad económica pero ha lamentado que los establecimientos de restauración tienen que seguir cercados. González ha remarcado que ir a comprar en el centro comercial es seguro y que se cumplen todas las normativas.

Algunas decenas de clientes han hecho cola en la calle para acceder en el Parc Central a primera hora. Las tiendas más solicitadas de entrada han sido Primark y H&M, que incluso han acumulado colas en los pasillos. Han sido las dos excepciones a una reapertura muy tranquila, con algunas tiendas que han aprovechado las primeras horas para hacer cambios en el escaparate y terminar detalles.

El último día que pudieron trabajar fue el 7 de enero y durante estas más de siete semanas tan solo ha funcionado el supermercado y algún pequeño establecimiento de manera ocasional. La gran mayoría, y especialmente las grandes firmas, tan solo han podido entregar compras hechas por Internet. Una modalidad que para el gerente del Parque Central ha sido "testimonial" y que ha hecho que "el franquiciado medio y pequeño" no haya llegado ni a un 10% de facturación en comparación con las rebajas de enero del año pasado.

González ha remarcado que el hecho de poder volver a trabajar "es importante para los operadores y para la gente que depende del Parc Central". El centro da trabajo más de 1.000 personas directamente, y aproximadamente cerca de unas 1.000 más de manera indirecta. "Esperamos que sea la última reapertura", ha manifestado. Sin embargo, los restaurantes continuarán cerrados, una situación incomprensible para el gerente. De momento tampoco abrirá el cine, pero en este caso por una decisión empresarial.

Pese a todo, la pandemia y los diferentes cierres han llevado a algunos de los franquiciados al límite de su capacidad económica. El gerente ha reconocido que las bonificaciones para los alquileres que dio la Generalitat y la moratoria de los concursos de acreedores permitieron "dar aire" a los empresarios, pero ha alertado que los cierres de tiendas "llegarán a partir de ahora".

Medidas y limitaciones

La principal novedad en cuanto a medidas de seguridad es que desde este lunes los centros comerciales tienen que garantizar una ventilación como la de los hospitales. El gerente ha indicado que se consigue teniendo las puertas de la calle abiertas y con una maquinaria específica que renueva el aire.

En cuanto a las limitaciones, una de las más destacadas es la del aforo. En el caso del Parc Central queda restringido a un máximo de 3.700 personas. Una cifra que en verano, con la presencia de turistas, suelen superar con cierta facilidad. En cambio, con la restricción de movilidad al ámbito comarcal, González ha reconocido que será difícil que lleguen.

Por otro lado, se mantienen algunas medidas que ya se habían adoptado antes del último cierre. Un ejemplo son los carriles de circulación por los pasillos con dos direcciones, para evitar al máximo la interacción social y garantizar la distancia de seguridad. También hay dispensadores de gel hidroalcohólico en las entradas del centro comercial y de los comercios y el acceso a los lavabos está regulado.

A pesar de las dificultades para poder hacer las compras con la máxima comodidad, los clientes se han mostrado satisfechos por poder volver al centro comercial. "Teníamos ganas. El bebé crece demasiado y ya no tengo ropa", ha comentado Helena Carbó, una de las primeras compradoras. Lo que parece estar claro es que los hábitos han cambiado y los clientes pasean menos y van más al grano. "Vamos directamente al Primark a comprar y de vuelta a casa", ha indicado Carbó.

En la misma línea se ha expresado otro visitante, Albert Granero. "Teníamos ganas de comprar un poco. Mi mujer se tiene que hacer las uñas y yo tengo que comprar ropa para el niño", ha dicho. A la vez, se ha mostrado tranquilo porque se cumplen las medidas de seguridad.

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