El Síndic investiga si el CAP La Granja ha desasistido a los usuarios en pandemia

Un grupo de vecinos de los barrios de Ponent hizo llegar la queja al defensor del pueblo. Este ha pedido explicaciones al ICS

27 marzo 2021 19:20 | Actualizado a 28 marzo 2021 15:24
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El Síndic de Greuges investiga si el CAP La Granja-Torreforta ha desatendido a los usuarios durante la pandemia. Un grupo organizado de vecinos de los barrios de Ponent hizo llegar al defensor del pueblo una queja sobre la situación que se ha vivido en los últimos meses en este ambulatorio. Los usuarios aseguran que se han sentido desasistidos por el CAP. «No había manera de que nos cogieran el teléfono, ni de que nos dieran cita para las visitas», explica Martín Bravo, portavoz de la Comisión de Vecinos y Vecinas de los Barrios de Poniente, quien hace unos cinco meses mandó a la institución un total de 15 denuncias ciudadanas.

Tal como acostumbra a actuar el Síndic, este se puso en seguida en contacto con el Institut Català de la Salut (ICS), proveedor que gestiona el CAP La Granja-Torreforta, para pedir un informe y la documentación necesaria y así resolver las quejas vecinales. El defensor del pueblo no obtuvo respuesta y hace pocas semana volvió a insistir en la petición.

El Diari se ha puesto en contacto con el ICS, que asegura que no recibió la primera solicitud del Síndic y que, tras elaborar un exhaustivo informe, ya se le ha hecho llegar «en tiempo y forma», aseguran fuentes del ICS.

Ahora, el defensor del pueblo deberá analizar las explicaciones y dar una respuesta a las dos partes implicadas en este asunto.

«Faltan especialistas»

La plataforma vecinal de los barrios de Ponent, creada recientemente, denuncia la falta de especialistas en el CAP La Granja-Torreforta. «Por ejemplo, el ginecólogo solo pasa visita un día a la semana, los miércoles. No es justo, teniendo en cuenta que estamos hablando de que en nuestros barrios viven cerca de 25.000 mujeres», explica Bravo, quien se queja también de que la falta de personal está contribuyendo a alargar todavía más listas de espera.

«No se cubren ni las bajas, ni las vacaciones, ni las jubilaciones. Aquí hay vecinos que se tiran esperando veinte días para renovar las recetas», añade Bravo. Estos vecinos llevan muchos meses protestando a las puertas del CAP para conseguir mejoras en la atención.

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