El Ventureta se suma a la familia de Maria Cristina

El barrio amplía con un nuevo ‘capgros’ los elementos de un seguici popular muy arraigado a las calles de esta zona y a su gente

22 julio 2018 17:15 | Actualizado a 22 julio 2018 17:22
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Primero fue la Cristineta, más tarde el Hernández Sanahuja y posteriormente el monaguillo Magí y la Tineta. Dos gegantons, un nano y un capgros pequeño que se convirtieron en las primeras piezas del particular Seguici Popular del barrio de Maria Cristina. Desde ayer esta pequeña familia tiene un nuevo miembro: el Ventureta, un capgros pequeño, obra de la diseñadora Montse Vidal, que viene a representar al arqueólogo e historiador tarraconense Bonaventura Carles Sanahuja.

Se caracteriza por una barba gris y el sombrero de copa, dos elementos que aparecen en algunos de los retratos que se preservan de quien fue director del Museu Arqueològic de Tarragona. «Es una tradición que empezó la familia Pujol y que intentamos mantener», explica la presidenta de la Associació de Veïns del barri de Maria Cristina, Carme Solé.

El año pasado se daba a conocer la Tineta –de la calle de Maria Cristina– y este año ha sido el turno del Ventureta. Y la intención de los vecinos es que los «personajes» que dan nombre a las calles que forman parte del barrio, y que aún no están representados, también puedan tener su figura. «La idea es que podamos hacer por lo menos a López Peláez y al Cronista Sesé», avanza.

Es la puesta de largo del Ventureta. En este acto lo acompañan la Mireia y el Ferran, que ejercen de padrinos de este nuevo elemento festivo. Les acompañan los gegants del Passeig Torroja, de la calle Merceria, las Dominiques, Sagrat Cor, Alcover y Ascó. Una Trobada de Gegants a la que se han sumado los más pequeños del barrio que en este sábado de julio han sido los grandes protagonistas. Previamente se ha hecho el homenaje a los más pequeños, aquellos que han nacido este año y que viven en esta parte de la ciudad o que están estrechamente vinculados con el barrio. En esta ocasión los homenajeados son nueve, una de las cifras más pequeñas de los últimos años. «Menos tele y más criaturas», les recomendaba la concejal de Polítiques d’Igualtat i Serveis a la Persona, Ana Santos.

Pese a esta disminución de la natalidad, el homenaje a los recién nacidos es uno de los momentos más especiales de las fiestas. «Es muy entrañable, porque se celebra desde hace muchos años y somos el único barrio que tiene esta tradición», asegura su presidenta.

Ayer fueron los más jóvenes y hoy será el turno de los mayores. En el barrio de Maria Cristina los protagonistas de esta jornada de domingo serán los abuelos de 90 años. «Tenemos a cuatro personas apuntadas», avanza Solé.

Desde su recuperación en el año 1982, las fiestas se han convertido en un pequeño homenaje anual a la gente del día a día del barrio. Los comercios, los niños y la gente mayor cada año son los protagonistas de una celebración que de forma ininterrumpida se ha venido haciendo a lo largo de los últimos 36 años. Josep Maria Salvador Urpí y Oriol Grau fueron los principales instigadores. Este último tuvo un papel destacado en la recuperación de uno de los principales actos de estas fiestas: el Ball Parlat de Maria Cristina, que el pasado viernes cumplía 28 años. El año pasado, Grau fue designado vecino predilecto.

En un contexto en el que las asociaciones de vecinos han tenido que cuidar escrupulosamente sus cuentas –aún no han cobrado la subvención del Ayuntamiento–, el barrio de Maria Cristina intenta, un año más, que los 

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