El aceite de oliva tiene súperpoder... Y ella lo sabe

Maria Font-Quer Pellicer (Tarragona 1996) pertenece, como algunos reconocerán por su primer apellido, a una saga de farmacéuticos que en la ciudad llega ya a la quinta generación.

Font-Quer cuenta que siempre le interesó la ciencia en general y la biología en particular, pero cuando llegó la hora de decidir qué estudiar pesó la tradición familiar (su hermano también es farmacéutico) y «lo que había respirado en casa toda la vida».

Lo cuenta desde la pequeña trastienda de su propia farmacia en la Rambla Nova, un lugar en que cada centímetro está aprovechado para almacenar medicamentos en perfecto orden alfabético. Nos encontramos antes de que abran al público.

Vocación premiada

Lo que nos trae a hablar con ella es que su trabajo de fin de grado en la Universitat de Barcelona acaba de ser seleccionado como uno de los cuatro mejores en los premios que entrega el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona.

El trabajo, titulado ‘Recerca de compostos insulino mimètics en l’oli d’oliva’ se centra en demostrar como el aceite de oliva virgen puede ayudar a mitigar la resistencia a la insulina en pacientes con diabetes tipo 2 (el más común) y la inflamación.

Para la investigación, que forma parte de un proyecto multidisciplinar que está llevando a cabo el Grup de Recerca de Polifenols de la Facultad de Farmacia y Ciencia de la Alimentación de la UB, empleó embriones de pez zebra. Señala que decidieron trabajar ‘in vitro’ con embriones de esta especie porque «representan una alternativa a la experimentación animal y tienen un sistema de absorción de la glucosa similar al de los mamíferos».

La investigación, no obstante, no las tuvo todas consigo. Una vez que la parte experimental ya estaba en marcha, se decretó el confinamiento y nadie podía entrar a los laboratorios. Al final la investigación tuvo que completarse con una exhaustiva revisión bibliográfica.

«Fue un momento muy frustrante y además me supo fatal porque tuvieron que sacrificar los embriones de peces porque ya no regresamos», recuerda.

Resultados favorables

Pese a las dificultades el trabajo permitió demostrar los beneficios del aceite de oliva virgen para los pacientes diabéticos, con la ventaja añadida que es fácil incorporarlo en la dieta.

Aunque se trata de resultados preliminares y todavía queda mucho que investigar, aclara Font-Quer, sí que se pueden extraer conclusiones. La recomendación que propone a los pacientes diabéticos es, junto con su tratamiento, adoptar la dieta mediterránea (alta ingesta de verduras frutas y legumbres, así como la inclusión de pescado, lácteos y un bajo consumo de carne) e incluir en ella 20 gramos de aceite de oliva virgen. «Es el equivalente a cucharada y media sopera, una cantidad muy fácil de consumir», señala.

Ganas de comunicar

Además del doble grado Farmacia y Nutrición Humana y Dietética en la UB, Font-Quer acaba de terminar hace unos días el máster en Comunicación Científica, Médica y Ambiental de la Universitat Pompeu Fabra.

Cuenta que decidió seguir sus estudios por esta vía porque una de sus inquietudes es compaginar el trabajo típico de la farmacia con otros proyectos de divulgación y prevención. Además ya esta preparando el traslado a un local más grande en la Av. de Roma.

En los últimos meses ha podido experimentar en carne propia el papel que tiene la farmacia más allá de la expedición de medicamentos. Lo ha visto especialmente entre las personas mayores, que acudían a la farmacia porque había una persona que les atendía presencialmente en momentos en que la mayor parte de la atención sanitaria es telefónica.

«Pero también quiero mostrar que la farmacia además es un lugar de salud y para todas las edades», enfatiza.