El agua, las altas temperaturas y la arena, enemigos del móvil en verano

El contenido del teléfono es vulnerable si también se accede a una red pública de WiFi

01 julio 2021 12:30 | Actualizado a 01 julio 2021 12:40
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La llegada del verano supone un uso intensivo del móvil y de herramientas y aplicaciones como la cámara y el vídeo para captar nuevos paisajes, el navegador para llegar a nuevos destinos o la lectura de códigos QR para acceder al menú de un restaurante. Según un estudio de la consultora tecnológica Vanadi, el primer verano de pandemia, en 2020, el uso del teléfono móvil se incrementó un 200%. Además del uso constante, las altas temperaturas, la exposición a las actividades de agua o el desplazamiento continuo pueden afectar a la seguridad e integridad del smartphone. Para evitar poner en riesgo el teléfono móvil y sacar su máximo partido en vacaciones, Celside Insurance, líderes en seguros para móviles en Europa que vela por la protección de los usuarios de smartphone, ofrece una serie de consejos para cuidar el teléfono móvil en vacaciones:

Evitar el sobrecalentamiento

Disfrutar de un día de playa o de montaña en verano implica una exposición al sol superior a la habitual. Además de resultar incómodo para visualizar la pantalla, puede provocar un sobrecalentamiento del dispositivo y su batería, y como consecuencia un peor funcionamiento. Para evitarlo, puede ayudar quitar la carcasa, cerrar todas los programas y aplicaciones que se estén utilizando, no exponerlo directamente al sol o simplemente apagarlo. También existen aplicaciones destinadas a enfriar la batería del teléfono cuando se ve expuesto a un calentamiento excesivo.

No perder el móvil de vista

En verano, con las vacaciones y el buen tiempo, se acostumbra a pasar más tiempo fuera de casa y a desplazarse a nuevos lugares. Pasar un día en la playa, ir a cenar con amigos a una terraza o disfrutar de actividades al aire libre, puede dejar de ser agradable si se pierde de vista el móvil o se convierte en objeto de deseo para un tercero. Frente a esta posibilidad solo existen dos posibles soluciones. La primera, no dejar el móvil a la vista o evitar las distracciones en caso contrario. Y la segunda, contratar un seguro de móvil que cubra pérdidas o robos para minimizar el daño causado.

Cuidado con el agua y la arena

La mayoría de los smartphones son resistentes a las salpicaduras y otros incluso pueden sumergirse sin peligro durante un tiempo determinado hasta cierta profundidad. Sin embargo, el agua del mar no es apta ni siquiera para este último grupo de dispositivos. La sal puede provocar que en tan solo unos segundos de contacto las piezas electrónicas del dispositivo se estropeen sin remedio. La arena de la playa, además de impregnarse por todas partes y ser difícil de eliminarla, puede provocar arañazos en la pantalla e introducirse en las ranuras del dispositivo.

Vigilar con el WiFi público

Las redes abiertas son una buena opción si se quiere ahorrar datos, pero pueden dejar en una situación vulnerable al contenido del teléfono móvil. Siempre es preferible optar por aquellas redes con seguridad, que requieran una contraseña para su conexión o echar mano de los datos contratados con el servicio de telefonía.

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