El agua: parte de una vida saludable

URV. Según un estudio, las personas que siguen una dieta mediterránea y hacen deporte ingieren más líquido

07 octubre 2019 12:20 | Actualizado a 07 octubre 2019 16:47
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Las personas con alta adherencia a la dieta mediterránea, un estilo de vida saludable y con práctica deportiva regular. Es el perfil que se adapta a las recomendaciones de ingesta de agua para adultos mayores establecidas por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Estos son los resultados de un estudio impulsado por la Unidad de Nutrición Humana de la URV-IISPV para valorar la relación entre el cumplimiento de las recomendaciones de ingesta de agua con diversos factores del estilo de vida.

En el trabajo realizado dentro del marco del estudio PREDIMED-Plus con la participación de 1.902 voluntarios de España, entre los 55 y 75 años, se observó que, cumplir con dichas recomendaciones se asociaba especialmente con el hecho de ser mujer, tener una alta adherencia a la dieta mediterránea y practicar habitualmente actividad física. Por el contrario, los investigadores observaron que a medida que incrementa la edad la probabilidad de cumplir las recomendaciones disminuye.

Los investigadores sugieren que estos resultados pueden deberse a diversos factores. Respecto a la edad, se sabe que, con su incremento, se pierde la capacidad para percibir la sensación de sed lo cual favorece que los adultos mayores tengan una menor ingesta de líquidos y por tanto un mayor riesgo de deshidratación. En relación al hecho de ser mujer, estudios previos han reportado que muchas mujeres tienen hábitos de vida más saludables que los hombres, por lo que tienden a tener un patrón dietético y de hidratación más saludable.

Las recomendaciones

De acuerdo con la EFSA, la ingesta de dos litros y medio diarios de agua para los hombres y dos litros de agua para las mujeres, son los considerados como óptimos para mantener un adecuado estado de hidratación.

Esta cantidad de agua recomendada considera tanto la que es ingerida a través del consumo de bebidas, así como el agua contenida en los alimentos. Mientras que si se tienen en cuenta únicamente el consumo de líquidos (agua y otras bebidas) la ingesta recomendada es entre 1,6 y 2 litros.

En total, el 80% de la población estudiada (91% de las mujeres y el 69% de los hombres) cumplieron las recomendaciones de la EFSA para la ingesta total de agua. Aunque solo el 51% de la población de estudio (62% de las mujeres y 39% de los hombres) cumplieron con la recomendación de la EFSA para el consumo de agua a través únicamente de los líquidos.

Lo anterior resulta ser uno de los resultados más llamativos, ya que a pesar de que la población no bebe suficientes líquidos como lo recomendado, sí cumple con la recomendación de ingesta gracias al aporte de la dieta. De acuerdo con la EFSA, la ingesta total de agua debe ser en un 80% a través del consumo de líquidos y 20% restante a través de alimentos. En el estudio realizado por Unidad de Nutrición Humana, se observó que el 35% de la ingesta total agua provenía del consumo de alimentos, lo que podría relacionarse con el alto consumo de frutas y verduras que caracteriza la dieta mediterránea.

Hábitos y estilo de vida

El análisis se realizó con datos provenientes de entrevistas realizadas a los participantes utilizando un cuestionario validado de ingesta de líquidos, en el cuál se registraba la frecuencia en el consumo de varios tipos de bebidas durante el mes previo a la visita. Además, durante la visita con la dietista se tomaban datos en relación a factores sociodemográficos (sexo, edad, educación y estado civil), factores de estilo de vida (hábito de fumar, actividad física y conductas sedentarias), historial médico personal, uso de medicamentos y se rellenaba un cuestionario para evaluar la frecuencia de consumo de 143 alimentos.

Los resultados del estudio refuerzan la importancia de fomentar hábitos de vida saludables, promoviendo una alta adherencia a la dieta mediterránea y la práctica de actividad física, especialmente en poblaciones con mayor riesgo de deshidratación como lo son los adultos mayores. El estudio, se ha publicado en la revista European Journal of Nutrition y ha sido coordinado por la Unidad de Nutrición Humana de la URV-IISPV del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la URV.

La investigación ha sido realizada por la investigadora predoctoral Indira Paz-Graniel y liderado por la investigadora Nancy Babio, profesora agregada del mismo departamento e investigadora adscrita CIBERobn y el catedrático Jordi Salas-Salvadó, director de la Unidad de Nutrición Humana del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la Universidad Rovira i Virgili, director Clínico de Nutrición del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Sant Joan de Reus, investigador principal CIBERobn, todos miembros del IISPV.

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