El alcohol, un riesgo para los adolescentes de Tarragona

Los jóvenes beben. Beben y se emborrachan. Y los tarraconenses no son una excepción. Así lo pone de relieve una encuesta realizada entre los adolescentes tarraconenses, que se hizo dentro del proyecto Planet Youth desde el Servicio de Prevención de las Adicciones del Ayuntamiento de Tarragona, en 2015. Según el sondeo, preguntados sobre el consumo a lo largo de la vida, se evidencia la preponderancia del alcohol como la droga más consumida entre los adolescentes tarraconenses: casi dos de cada tres (63,9%) ya la han probado tres veces o más a sus 15-16 años, mientras que los que no la han consumido nunca representan menos de una cuarta parte del total (23%). 

Matizando los resultados, el porcentaje de jóvenes que declara haberse emborrachado o que ha practicado consumo de bebidas alcohólicas de manera intensiva (de golpe o abusivo) es menor, a pesar de que sigue situándose en la escala superior del conjunto de las drogas analizadas. En esta línea, un 47,8% declaró haberse emborrachado alguna vez en la vida (un 28,3% lo ha hecho al menos tres veces) y un 29,6% ha practicado el consumo abusivo (15,7% al menos tres veces durante su vida).

Con estos datos en la mano, los expertos alertan de que en la sociedad existe una baja percepción de riesgo de este consumo adolescente o lo que es lo mismo, el alcohol se tolera, se consiente que un día de fiesta se emborrachen, se acepta que esporádicamente lleguen a casa con embriaguez. Ante esto, varios colectivos de salud se han puesto manos a la obra. Uno de ellos es el Col·legi Oficial de Farmacèutics de Tarragona (COFT) quien, a través de su Grup de Treball (GdT) Prevención en drogas desde la Farmacia comunitaria, imparte charlas al respecto y reparte en sus boticas un tríptico explicativo para quien se quiera asesorar, a pesar de que información no falta.

La familia es la clave
Este colectivo se ha propuesto sensibilizar a la sociedad sobre el consumo del alcohol entre los adolescentes. Eso y llegar a las familias, buscar la complicidad y la implicación de los progenitores ya que son ellos los destinatarios del esfuerzo. «Los jóvenes ya lo saben. Lo que cuesta es llegar a las familias, a los padres, antes de que sean adolescentes», comenta Cristina Guzmán, farmacéutica y miembro de este Grupo de Trabajo del COFT, que cuenta con las colaboraciones externas de profesionales de los equipos de prevención de los ayuntamientos de Tarragona y Reus, de Medicina forense Juzgados de Tarragona y de la Clínica Terres de l’Ebre.

Lo principal es concienciar, algo que ya se ha hecho con éxito con el tabaco y que, por el momento, no llega de la misma manera con el alcohol. 

Porque ¿qué consecuencias tiene para un adolescente la ingesta de alcohol? Guzmán señala que «los menores no pueden beber porque en su desarrollo, a su edad, las borracheras no son buenas. Son pequeños -12, 13 y 14 años-, están estudiando y la embriaguez puede comportar accidentes, violencia, abusos, robos, etc». Otras consecuencias son la falta de memoria y problemas en el aprendizaje o atención. En este sentido, un trabajo del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia, en 2016, relacionó el alcohol en la adolescencia con la predisposición de ser adicto en edad adulta. Asimismo se constató que la neurotoxicidad por el alcohol es mayor en las mujeres que en los hombres y la misma cantidad de alcohol provoca más cambios en el cerebro femenino que en el masculino.

Por todo ello, los farmacéuticos de Tarragona apuestan por prevenir desde los hogares, cuanto antes mejor. «Las farmacias no son lugares a donde acuden los jóvenes», manifiesta Cristina Guzmán, «pero sí lo hacen las familias, quienes normalmente siempre van al mismo establecimiento. Es entonces cuando existe la posibilidad de asesoramiento y, si es necesario, nosotros derivamos el caso hacia los servicios de prevención del Ayuntamiento».

Aunque estas acciones van dirigidas a los jóvenes y a su entorno, los expertos recomiendan a toda a población en general evitar un uso abusivo del alcohol. La Organización Mundial de la Salud (OMS), revela que cada año se producen 3,3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol, lo que también es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos. 

Entre estas patologías se encuentra la depresión y la ansiedad, la hipertensión, enfermedades cardiovasculares o distintos tipos de cáncer, además de cirrosis hepática o pancreatitis, según consta en el documento Alcohol, una amistad peligrosa, elaborado por Socidrogalcohol, CAARFE y Lundbeck.