Tarragona ha estrenado este martes el servicio de alquiler de patinetes eléctricos. De entrada operarán dos empresas, la catalana Reby y Bird, y cada una pose 500 vehículos en la calle.
Para poder instalarse en la ciudad el consistorio les ha requerido que también habiliten 1.000 plazas de aparcamiento, que pasan a ser de titularidad pública, complementan la oferta municipal y pueden ser utilizadas libremente por la ciudadanía, ya vayan con patinete o en bicicleta.
Los precios y las prestaciones de los vehículos de cada empresa son ligeramente diferentes pero están alrededor de un euro para desbloquear el aparato y entre 15 y 20 céntimos el minuto. También hay promociones para usuarios habituales.