El amarillo ‘indepe’, símbolo y negocio

Lío en el Mercat de Tarragona. La venta de un calendario de tapas amarillas y con una foto alusiva al 155 suscitó ayer la controversia en las redes sociales

16 diciembre 2017 19:27 | Actualizado a 16 diciembre 2017 19:32
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Si usted se ha paseado al mediodía por delante del Merca Central de Tarragona o ha estado pendiente de la Red, quizá observase a un montón de personas alzando lo que parecían pequeñas pancartas amarillas.

No era una excursión de canarios para promocionar el plátano autóctono ni los extras de una película sobre Piolín. No. Era un grupo de tarraconenses que defendían la venta de un calendario dedicado a los ‘Mercats del Món’ y editado por el colectivo de fotógrafos ‘De Temporada Tarragona’.

Supuestamente se les había prohibido vender el calendario en el interior del Mercat. Era un presunto ataque más de la ‘Mano Negra del 155’.

La realidad era otra, aunque quizá al candidato del PP, Xavier García Albiol, sí que le hubiese gustado que ese calendario o ese color no sólo no se vendiesen sino que ni siquiera existiesen.

No en vano es el Virrey del chistecito fácil: «La política del amarillo nos conduce a números rojos en Catalunya», dijo. 

La historia comienza hace unos meses cuando el colectivo de fotógrafos, nacido en 2014 y que habitualmente expone sus trabajos cada primer sábado de mes en la Plaça del Fòrum, coincidiendo con el mercadillo de frutas y verduras, acuerda con el Ayuntamiento trasladar su parada al interior del remodelado Mercat Central. El mercado gana así una actividad cultural y los fotógrafos se ubican en el centro neurálgico del comercio.

El colectivo ya había editado el pasado año un calendario azul con imágenes del mar para poder recaudar fondos para financiar sus actividades. Este año, las autoridades municipales sugieren a los artistas que la temática sean los mercados del mundo.

Los fotógrafos escogen exprofeso el tono de amarillo que se ha convertido en símbolo del independentismo y la primera fotografía es la de una mujer que compra en un puesto de verduras cuyo precio se eleva a 155 euros el kilo. Doble zasca político.

El objetivo es doble: una reivindicación y vender más calendarios entre el público independentista , según explica Gerard Boyer, uno de los miembros del colectivo de fotógrafos. Amarillo como símbolo. Y como negocio.

Boyer asegura que el Mercat se había comprometido a financiar parte de la edición del calendario a cambio de colocar su logo en la cubierta, pero, cuando recibe las pruebas, responde a los fotógrafos que ni logo ni dinero porque el Mercat debe mantener la neutralidad política. El colectivo de artistas decide editarlo a sus expensas y ponerlo a la venta.

Dicho y hecho. Ayer por la mañana se colocan junto a las escaleras mecánicas, calendario con toque ‘indepe’ en ristre. Un alguacil se les acerca y les ruega que dejen de venderlo. Los fotógrafos, según la versión de Boyer, le reclaman una orden verbal o escrita de sus superiores. Tal orden no llega y los artistas siguen vendiendo el calendario toda la mañana.

El portavoz del PDeCAT en el Ayuntamiento, Albert Abelló, anda cerca porque regenta un negocio en el Mercat. Ni corto ni perezoso decide ‘ayudar’ a los fotógrafos y mueve hilos. Además a escasos metros se celebra un desayuno de la ANC. «El calendario amarillo está en peligro»... «Lo han prohibido»... «No dejan venderlo»... Los rumores corren, miembros de la ANC se acercan, compran calendarios y los muestran como símbolo de rebeldía.

Ayer no hubo prohibición. Falsa alarma, pero justificada ante la obsesión antiamarilla de PP y C’s. A este paso, Albiol exigirá a voz en grito la prohibición de la canción de ‘Zapato Veloz’: «Tengo un tractor amarillo,/que es lo que se lleva ahora./Tengo un tractor amarillo,/porque ye la ultima moda». Y JxCAT, ERC y la CUP la harán sonar en sus mítines.

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